Friendzone »Larry Stylinson«

Capítulo 17: "¿Un nuevo comienzo?"

“Te vas a ir y no te detendré.
Estoy acostumbrado a ya no hacerte falta.
¿Para qué me prometiste una ilusión si jamás pensaste en darme el corazón?
Ahora sé que este amor solo vivió en mi imaginación.
¿Para qué curaste todo si después estaría aquí por ti peor que ayer?
Por favor contéstame si en verdad tú me quisiste alguna vez”.

7 años después….
Miro aquellas paredes blancas por última vez, posó sus ojos en aquella mesa de madera con demasiado cuidado sin preocuparse del tiempo. Tantos recuerdos y tantas emociones le retumbaron el corazón al saber que esa era la última vez que vería aquellos muebles, estaba debastado.

—Ohh… no sabía que estabas aquí.
Un nudo en la garganta le imposibilitó hablar y las pocas ganas de irse de allí cedieron al escuchar su voz. No podía ver el rostro del chico pero estaba seguro que tenía el ceño fruncido y la culpa lo acechaba. Lo conocía, sabía que aunque no quisiera le dolía.

—Harry, ¿podemos hablar?
Harry sonrió cínico, aunque el chico no podía verlo.

—¿Hablar?, ¿Hablar de qué?, ¿De cómo arruinaste 3 años de matrimonio?, ¿De cómo alejaste a Emily?, ¿De cómo me heriste?

—No me culpes a mi de todo…

Harry lo encaró por primera vez. El enojo le ardía en la garganta.

—¡¿Qué no te culpe?!, ¡Que yo sepa jamás tuve un amante por seis meses!, ¡lo peor es que era nuestro amigo, entro a la casa, lo deje ver mi televisor, tomar comida de mi refrigerador, quedarse a dormir!, ¡Mierda, me siento tan… tan estúpido! No te hagas la víctima, Niall, que mi único error fue quererte.

Niall bajó la vista. Lo  escucho llorar cabisbajo.

—Perdóname… por favor.

Harry le miró molesto.

—Es muy tarde para eso… el departamento es tuyo—le entregó las llaves sin tocar su mano—Ahora sí, hemos acabo oficialmente.
Niall posó su mano en su boca esperando a que eso le ayude a cesar las lágrimas, lo conocía también que sabía porque hacía cada gesto.

Estaba herido, no podía creer lo mucho que había querido a ese hombre y todo aquél amor se fue en ese instante, en el momento que lo supo. Se sentía como un imbécil.

—¿Y qué harás ahora? —preguntó Gemma, entrando en su vieja habitación.

Había olvidado tanto ese lugar que ya ni recordaba lo pequeño que era.
No tenía donde ir, no tenía un hogar, no tenía a nadie.

—No lo sé, Gemm, ¿qué se hace en estos casos?

—No sé, nunca me han dejado.
Harry sonrió un poco mientras Gemma tomaba sus rulos y los acariciaba dándole animo

—Es raro sabes—Harry dejó de verla—Es solo que me siento decepcionado, molesto, traicionado… pero no triste.

—Es porque no amabas a Niall.

—¡Claro que sí!

—No, Harry, yo amo a Steve, si hiciera lo mismo que hizo Niall lo único que pensaría sería llorar. Te lo dije aquél día, que no fueras a buscarlo si no sentías lo mismo. Lo querías y eso no puedo negarlo, pero no darías tu vida por él.

Harry por primera vez en toda la ruptura soltó una lágrima.

—¿Y eso es malo? —su voz se entrecortó—Solo quiero ser feliz, Gemma, pensé en algún momento que Niall me haría feliz y… yo, yo solo…

Gemma abrazó a Harry.

—Solo salí lastimado. Y me  siento perdido, incluso más que con Louis, siento que todos estos años solo fueron una farsa, todas aquellas palabras eran mentiras… yo no lo amaba y él no me amaba.

Sus lágrimas corrían por sus mejillas y su corazón se estrujó al pronunciar aquellas palabras.

—Vete—susurró Gemma a su oido.

—¿Qué?

—Vete, Harry, sal de este maldito lugar que solo te ha lastimado una y otra vez. Ve esto como un nuevo comienzo.

Harry suspiró.

—No lo sé, Gemm, ya no tengo dieciocho, tengo veintisiete, no puedo salir corriendo de nuevo.

—Tienes dos opciones… Salir de aquí y conocer lugares nuevos o quedarte aquí apestando y muriéndote pensando en todos los errores que has cometido. Solo piénsalo.

¿Irse de nuevo?

Sonrió secando sus lágrimas al pensarlo por unos minutos. Era una idea descabellada pero podía resultar.

—¿ Y dónde iré?

Gemma sonrió.
—Donde más te guste, donde creas que puedes sanar.

—¿Doncaster?

Gemma sonrió aún más.

—¡A Doncaster!
Harry secó sus lágrimas mientras otras se acumulaban en su rostro.

No sabía que esperaba de ese viaje, pero quería pensar que iba a ayudarle. Tal vez era estúpido pero lo único que podía hacer por ahora.

¡A Doncaster!