#1

308 16 1
                                    

-Foxy P.O.V-


Ese era uno de los peores días de mi corta vida. Recuerdo que me sentía fatalmente. Parecía ser que cualquier cosa que hiciera me salía totalmente mal. Tal vez estaba siendo demasiado pesimista o tal vez sólo realista, quién sabe. Ese día me costaba ver luz en cualquier cosa, todo era simplemente una densa y extensa oscuridad.

Pero luego te encontré a ti y todo cambió. Recuerdo que estabas sentado en aquella banca de madera bajo ese gran Roble, llevabas tu brillante pelo morado recogido en una coleta, y tus profundos ojos rojos parecían dos rubíes bajo esos anteojos.

Por alguna razón —llámalo destino, karma, universo, Dios o lo que quieras— me acerqué a ti, te saludé y me presenté. Tu nerviosismo era algo palpable y asumí que era por el hecho de que fueses tímido y mi presencia te incomodaba. Tu aura despedía algo tranquilizador y eso me intrigó y me atrajo como un imán, por lo que decidí seguir hablando contigo, ansiaba conocerte más.

Poco a poco nos fuimos acercando más y más, nos convertimos en amigos. Nos hicimos inseparables, casi como hermanos. Mas yo no te sentía del todo como un hermano, sino como algo más que eso. Algo que iba más allá de todo lo que conocía.

Al principio me lo negué a mí mismo. Ni siquiera estaba demasiado seguro de lo que sentía, mas eso no impidió que quisiera ignorarlo, negarlo. Creo que tenía miedo del qué dirán, veía la reacción de asco u odio hacia las personas que eran como yo. Y tenía miedo, era tan tonto e ingenuo.

"Me dejé amedrentar por los demás..."

The Day We MetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora