#10

72 5 10
                                    

Foxy P.O.V

Esa noche dormiste en mi casa, en mi cama. Era la primera vez que dormíamos juntos. Cuerpo con cuerpo y alma con alma. Abandonando la mente para intentar dormir.
Mas yo no podía, mi mente estaba podrida de pensamientos obscenos hacia ti y tus sonidos cuando te movías de un lado a otro no me ayudaban. Yo no caía en qué estaba pasando.

—No puedo dormir—te habías volteado y a pesar de la oscuridad pude sentir tu mirada sobre mí.

—Trata de no pensar en nada—respondí tratando de seguir mi propio consejo, algo nervioso—, deja la mente en blanco.

Me volteé para quedar cara a cara, y empecé a sentir tu respiración en mi acalorado rostro. Decidí dejarme llevar un poco y me acerqué a tus labios suaves, hasta besarlos. Correspondiste mi contacto un poco hambriento como si lo hubieras deseado por mucho tiempo. Así que di rienda suelta a mi pasión, me posicioné sobre ti y comencé a bajar por tu cuello con un camino húmedo de besos y mordidas, sacándote suaves gemidos y la remera en el medio. Así fue como mandé a la mierda mis inhibiciones autoimpuestas.

Me desabrochaste el pantalón al tiempo que hacía lo mismo con el tuyo, luego los tiraste por ahí; besé tu panza y bajé hasta tu miembro erecto besándolo sobre tu bóxer. Con cada beso sentía como tu miembro se hacía más duro y escuchaba jadeos y gemidos más fuertes escapar por tus labios. Me agarraste la cabeza entre las manos, me besaste mientras te deshacías de mi remera y dejabas un par de besos en mi cuello haciendo que me excitara aún más, haciendo que mi hambre de ti me consumiera como fuego.
Volví a bajar hasta tu miembro y sacándote el bóxer lamí tu pene erecto, despacio, empezando por la base y terminando en la punta la cual envolvía con mi lengua. Empecé a estimular tus pezones acariciándolos y pellizcándolos. Tus jadeos se habían convertido en agudos gemidos que iban en aumento llenando mis oídos y el vacío de la habitación, hasta que te viniste en mi boca y pude saborear aquél néctar, caliente y espeso.
Me tiré a tu lado en la cama con las energías casi intactas, estabas agitado y aún querías seguir pero te convencí de lo contrario diciéndote de seguir otro día, sabía que estabas cansado y esta había sido la primera vez que hacíamos algo así. Y nos quedamos dormidos, abrazados el uno al otro.

"Y esa fue una de las mejores noches de mi vida."

The Day We MetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora