POV De Emma
Hoy era lunes, si tan rápido pasa él tiempo, en un abrir y cerrar de ojos ya es lunes. Me levante temprano por no poder dormir, ¿Porque? Pues estoy muy nerviosa, es mi primer día después de algunos años, y todo por culpa de mi padre. Siempre me he llegado a preguntar si mi padre algún día me quiso, no lo se tal vez y si me quiere pero a su manera.
«La manera en la que te encerró en un cuarto y te pudo haber violado, si claro te ama», me decía mi conciencia.
«Si, tienes razón, pero creo que una parte de mi si lo quiere»
«Como digas»
Porque pensándolo bien es mi padre y eso nadie lo podrá cambiar, creo que una parte de mi si lo quiere, pero necesito descartar esos sentimientos. Siempre deseé que un día mi padre me dijera "Te amo, estoy muy orgulloso de ti, has sido una niña muy valiente" pero no, nunca llego, nunca me dijo cuanto me quería, cuanto es que estaba orgulloso de mi, dude en mi infancia si alguna vez todos esos "te quiero" —Que no eran muchos— eran verdaderos, pero como era una niña siempre le creía todo.
Siempre veía como los padres de mis amigas abrazaban a sus hijas con mucho cariño, diciéndoles cuanto las amaba y que eran lo mejor que le pudo haber pasado, siempre me preguntaba cuando mi padre podría ser así, porque si bien yo lo sabía era que mi padre era la persona más fría.
Si tuviera la oportunidad de llevarme bien con mi padre no lo pensaría dos veces. Pero dejando eso de lado.
Me di una ducha para así verme presentable en mi primer día de clases, de que estaba nerviosa estaba nerviosa, mucho diría yo. Cuando termine me enrrolle en una toalla y busque algo que ponerme, me puse unos pantalon azul, un suéter gris junto con mis converse negros y un gorro del mismo color.
Me seque él cabello y lo deje natural, me puse el gorro y no me maquille, camine hacia la cocina y me prepare un sándwich junto con un vaso de agua.
Me cepille los dientes rápidamente, Amanda no tardaría en venir por mi, dijo que me me recojeria y solo faltan dos minutos. Tome mi mochila y la colgué sobre mis hombros. Escuche un claxon sonando fuertemente, sunpogo que es Amanda, reí y subí al ascensor, camine hacia mi loca amiga y me subí a su coche, este de inmediato arrancó directo al instituto.
Estoy que me como las uñas de lo nerviosa que estoy, él coche se estaciona en él edificio, bajamos de este y de inmediato todas las miradas se posaron en mi haciendo que me sintiera incómoda, muy incómoda. Supongo que es por ser nueva ¿no?.
Camine junto con Amanda hacia nuestros casilleros, deje algunos libros y metí nuevos, sin duda este día será agotador.
—¿Que clase te toca? —Le pregunte a Amanda, ella hizo una mueca.
—Fisica —Dijo haciendo un puchero, reí— ¿Y a ti?
—Matemáticas —Dije con una mueca, era buena en matemáticas pero hace mucho que no estudio y no se como me vaya aquí.
—No nos toca juntas —Dijo un poco molesta Amanda— ¿Sabes como llegar?.
—Si, creo que si. Vete adelantando a tus clases no te preocupes —Dije con una sonrisa, el otro día cuando me inscribi me dio un pequeño tour, espero y no se me haya olvidado.
—Esta bien, adiós, nos vemos en él almuerzo —Dije haciendo un ademan con la mano.
Sonó él timbre, los pasillos se llenaron de estudiantes, caminando de un lado a otro.
Caine a paso lento por donde creía que era él salón de Matemáticas, los pasillos ahora estaban solitarios, pues todos menos yo ya deben de estar en sus respectivas clases.
Mierda se me olvido donde quedaba, distraida doy una vuelta girando sobre mis talones, se escuchó un quejido de parte de alguien, caí en él suelo de trasero, había chocado con alguien.
—Mierda —Dije en un susurro en él suelo, solo esto me pasaba a mi en mi primer día de clases.
—Lo siento no te vi —Dijo un chico con voz grave ofreciéndome su mano para poder levantarme, dudosa la tome. Una vez ya parada me dispongo a observar detalladamente al chico que esta enfrente de mi, tenia él cabello negro como él carbón, unos hermosos ojos azules con un toque de verde.
—Tampoco te vi, lo siento —Dije con una sonrisa y este también sonrió
—¿Acaso eres nueva? Es que no te había visto por aquí, además de él porque no hubieras salido corriendo como otros —Dijo con una sonrisa mientras se rascaba la cabeza nervioso, lo mire confundida ¿Huir de él? Si apenas lo conozco y me parece muy tierno.
—Si soy nueva, ¿Y porque hurira de ti? —Dije confundía, él solo sonrió nervioso.
—Oh por cierto soy Nash, Nash grier a tus ordenes linda —Dijo con una sonrisa, él cambio de tema, lo dejare pasar después conseguiría respuestas.
—Yo me llamo Emma, de casualidad ¿Sabes donde esta la clase de Matemáticas? es que me perdí —Dije levemente sonrojada, ya había pasado rato desde que la clase comenzó.
—Si, yo también me dirigía ahí, ¿Vamos? —Dijo y asenti, caminamos un par de pasillos más, mientras caminábamos Nash me contaba chistes haciendome reír, Sin duda él era muy divertido.
Aún sigo en duda de él porque huirían de él, si parece una persona muy dulce.
Nos detuvimos en una puerta y Nash toco, trague saliva. Un profesor nos abrio la puerta y no tenia una cara feliz.
—Se puede saber él ¿Porque llegan tarde? —Dijo mirándonos a travez de sus gafas, todo él salón puso atención a la plática con él profesor haciendo que me pusiera nerviosa y estuviera levemente sonrojada.
—Lo siento profesor, es solo que soy nueva y me perdí, me tope con mi compañero y me dijo donde quedaba su clase pero no se va a volver a repetir —Dije con una sonrisa.
—Lo dejare pasar solo porque eres nueva. Y usted joven Grier tome asiento, en cuanto a usted señorita presentese hacia la clase —Dijo él profesor, Nash se fue a sentar pero en él transcurso a los que lo miraban él les lanzaba miradas asesinas, lo cual es raro. Porque hace un momento era lindo y tiento y ahora es serio y mal educado.
Pase al frente de la clase y todos me miraban, unos curiosos, otros enojados y algunas con envidia.
—Adelante señorita —Dijo él profesor.
—Bien. Me llamo Emma Stevens, tengo 20 años y me acabo de mudar a Chino Hills sola —Dije con una media sonrisa.
Me senté en un lugar retirado de mis compañeros, nunca me ha gustado llamar la atención y por mala suerte ser la nueva atraía muchas miradas, por eso me senté hasta él final de una fila justo al lado de la ventana.
La clase comenzó y yo trataba de poner mi máxima atención, algunos problemas no les entendía lo que provocaba que frunza el entrecejo.
(...)
Era hora del almuerzo y estaba buscando con la mirada a Amanda mientras sostenía algunos libros, que eran para estudiar, pero no la veía por ningún lado, ¿Donde se habrá metido?.
Camino distraída hacia un pasillo voletando a ver a todos lados para ver si esta Amanda, hasta que por segunda vez en él puto día me caigo y los libros se tiran al suelo. Él chico con él cual me choque ni se inmutó, maldito idiota porque no se fija.
¡¿Acaso hoy es él día de tumben a Emma?!
—Porque no te fijas idiota —Dije levantándome del frío suelo y recogiendo mis libros. Maldito ni siquiera me ayudo a recogerlos.
En parte fue mi culpa haber ido tan distriada pero también fue la suya al no haberme ayudado o al menos pedirme una disculpa. Cuando termine de recojer mis libros —sin su ayuda— levante mi cabeza encontrándome con un chico muy guapo pero idiota que me miraba frío...
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Escape
Romance••• Emma una chica de tan solo 20 años, su vida no a sido la de un cuento de hadas, a sus cortos 20 años a sufrido y vivido demasiado. Su padre la maltrata, la golpea y la tiene encerrada, cuando su padre sale de la casa ella no pierde tiempo y esca...