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POV De Emma

Me quede dormida, y me desperte porque el tren se paro en una estación, supongo que aquí es Chino Hills, tome mi pequeña maleta y salí del tren. Observe las calles de Chino Hills, eran grandes y extensas, empecé a caminar sin rumbo alguno. Tenía algo de nervios, jamás habia estado en otro lugar y esto es algo nuevo.

Después de casi media hora caminando, observo mi alrededor, tengo hambre, sed y sueño. Busco con la mirada algún lugar donde comer, mis ojos se detienen a mirar a una cafetería, de lejos se ve que es acogedora.

Camino decidida hacia él pequeño local, entro y cierro la puerta haciendo que de esta haga sonar una campana, me siento en unas de las mesas de al fondo. Unos minutos después llega una chica de cabello castaño y ojos cafés con una libreta en mano.

—Buenas tardes ¿Que vas a ordenar? —Dijo y empecé a revisar él menú. Todo se veia bien, pero no tenía mucho dinero.

—Buenas tardes, Me podrías traer un café, por favor —Hable timidamente. Dirigi mi vista a la chica que estaba frente a mi, tenia él cabello castaño y ojos cafés muy lindos.

—¿Nada más? —Dijo y observo detenidamente las marcas de mi cuello, acomode mi blusa tratando de que no las viera— En unos minutos te lo traigo—Dijo y se retiro, nos sin antes regalarme una sonrisa.

Mientras esperaba mi comida observe él pequeño local, las paredes eran de un color rojo vino, tenían sillones blancos junto con mesas del mismo color, algunos cuadros muy lindos. Se veía acogedor. Veia por las ventanas a las personas caminar tranquilamente por las calles, era una sensación demasiado bonita. Jamás creí salir de esa casa, pero ahora estoy aquí.

Vi a la mesera dirigirse hasta mi, con una café y una rebanada de pastel. Que raro, yo no pedi una rebanda de pastel.

—Aqui tienes —Me dijo mientras me entregaba lo que pedí. Yo la mire confundida.

—Am yo no pedi una rebanada de pastel —Sonrei neviosa. Se veia delicioso pero no podia pagarlo.

—No te preocupes, la casa invita —Dijo sonriendome sincera. La mire sorprendida y agradecida.

—Gracias —Dije con una sonrisa.

—Oye perdón si te incómodo, pero ¿Eres de por aquí? Es que nunca te había visto antes.

—No, acabo de llegar apenas hace algunas horas. De casualidad no sabes donde puedo rentar un apartamento barato —Dije y ella se quedo pensando, tome un sorbo de mi café y empece a comer mi pastel.

—Si, hay uno que esta cercas de aquí, es barato —Dijo y yo Sonreí, la suerte por fin esta de mi lado— Si quieres te puedo llevar ahí, ya casi termina mi turno.

—Eso seria genail —Dije y Sonreí y ella me devolvió la sonrisa— Muchas gracias, enserio. Apenas acabo de llegar y me alegra que me ayudes, no se como agradecertelo.

—No te preocupes, me gusta ayudar. Además me caes bien —Dijo y yo Sonreí y asentí.

—Muchas gracias, enserio gracias —Dije regalandole una sonrisa sincera.

—Bien, ahora en unos minutos termina mi turno solo espera y ahora regreso —Dijo y se fue.

Me termine él café y él pastel, estaba delicioso, pague y espere afuera del local a Amanda, así se llamaba la mesera, me cayo súper bien, se ve que es buena onda.

—¿Lista? —Dijo con una sonrisa, yo solo asentí.

Mientras caminábamos platicabamos de nuestras vidas, bueno ella me contaba de la suya, me dijo que a vivido aquí desde su infancia y que estudia la universidad, dijo que vive sola pues sus padres querian que se independizara, cuando llegamos al departamento me llevo con él encargado y dijo que estaba de acuerdo a que rentara un cuarto mientras sea responsable con los pagos y eso.

EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora