Los cuentos de hadas, como ilusiones bellas y trasparentes, anidan las fantasías de la infancia. Las historias de príncipes al rescate de princesas, romances dulces de amores siempre hermosos, como finales felices.
Muchas de esas historias quedan en el olvido de viejos recuerdos,
Y a veces se conservan con esperanzas inocentes.
Para Ji Hwan en su más temprana infancia, imaginaba situaciones similares, donde un príncipe viniese por el para protegerlo, y llevarlo lejos.
Lejos de una torre donde encerrado vivía.
Un lugar que era su hogar.
Algo similar ocurría con un pequeño de cabellos rojizos, llamado Bin Soo, quien ansiaba sumergirse en relatos de dragones y personajes fantásticos, capaces de hazañas inimaginables, pero que nunca estaban encerrados.
Dos niños que alegraban sus días en fantásticas e ingenuas historias, siendo una ventana a través de reglas y exigencias que ellos no entendían aún, doctrinas estrictas, pero atenuadas por su edad.
No evitando que los castigos fuesen a veces marcados en su piel. Ambos infantes soñaban cuanto podían, quizá en diferentes situaciones,
Uno de ellos rodeado por riqueza y abundancia, el pequeño llamado Soo, que vivía con estatus que era su prisión.
El otro sin tener una vida de riquezas prolíficas, Hwan, también era educado bajo enseñanzas duras.
Ironía era, que al parecer, que el que nació en abundancia, vivía en preciosa una jaula.
Y la forma en que ambos descubrieron aquello, o alguien, que sería su felicidad fue a través de aquellas tiernas anécdotas de reinos lejanos.
La primera vez que ambos niños estuvieron cerca, fue en la escuela primaria, compartiendo miradas breves, siendo solo extraños.
Pero el día que ambos comenzarían a buscar más en la presencia y ojos del otro, fue una casualidad, de un día triste, aunque normal en la vida de ambos.
La tristeza era algo común, normal para Soo a sus diez años de edad.
Sus único momentos tranquilos, era cuando lograba salir de su casa, e ir a un bosque cercano y perderse en las finas hebras de luz que pasaban entre las ramas. Sin embargo el silencio aquella tarde, era algo que no se le concedería.
Un suave sollozo, acompañado de suspiros ahogados cerca de donde estaba llamó su atención.
Contrario a lo que quienes lo conocían, que observaban en su tosca y agresiva actitud, Soo era comprensivo y emocional. Sin embargo su situación en su hogar, donde su padre despreciaba cualquier forma de emoción, pareciéndole solo adecuado al parecer una expresión dura y hostil.
Preocupado el chiquillo levantó buscando a la persona que seguía llorando, encontrando a un niño rubio y de edad similar con la cabeza en hundida en sus rodillas con la espalda contra un árbol.
—¿Estas bien?—Se hincó frente al rubio que no había notado su presencia. El otro al escuchar a alguien se sobresaltó y alzó sus ojos asustado de un peculiar tono purpura.
El pelirrojo al ver el miedo en el otro, analiza brevemente a la persona frente a él, y nota algunos cardenales que se asoman brevemente fuera del borde de sus mangas largas.
—Yo también tengo—afirmo Soo alzando sus mangas y recibiendo una mirada ya no de miedo, sino de sorpresa—, siempre intentan que no se vean —Se sienta junto al otro niño recargándose en el árbol.
—Son un castigo...—comentó el rubio apenas lo suficientemente alto para que el otro escuche.
—Yo también—asintió Soo—. Algo de no portarme como un Omega—Gruñó molesto al recordar—. Soy Bin Soo— Volteó un poco para ver al otro.
—También me han castigado por eso...no lo entiendo—Suspiró dejando que las últimas lágrimas rodaran por sus mejillas rojas de llorar—. Yo soy Ji Hwan— Su llanto remontó con más fuerza al recordar esa tarde.
—Había una vez una princesa en un torre... —Los ojos de Soo se fijan en el follaje del árbol sobre el—, Que quería viajar.
Hwan lo mira confundido pero deja de llorar sintiendo una súbita curiosidad—. ¿Via-viajar?— Su voz nasal le dificultad a sus palabras salir con naturalidad.
Y aquella tarde, los envolvió una historia de una princesa, que siempre había estado en una altísima torre , historia que se llevó las penas de un corazón infantil, pero aún curioso.
Imaginando felices historias de princesas que huían con caballeros lejos de sombríos castillo,
Y lejos, lejos de crueles príncipes o Reyes.
Eligiendo lo que querían y a quienes quisieran.
Oh,
De historias maravillosas de finales llenos de gozo.
Los años pasaron, indemnes en su naturaleza, pero cada tarde era llenada de viejas y fantasiosas crónicas.
Pero que eran escapes a aventuras y hermosas anécdotas.
Y el nacimiento de un amor, por supuesto en su momento, ninguno se dio cuenta inmediatamente.
Cerca de sus dieciocho años, ambos ingresaron a la universidad. Para Soo fue una orden, dado el prestigio de su familia, para Hwan en cambio fue ir contra las órdenes de su padre, que esperaba encontrase un Alfa pronto.
Ambos se encontraron en la misma escuela, descubriendo que habían elegido la misma carrera.
—Elegí pedagogía porque, a veces imagino contar historias como tú-explicó apenado—. No es muy buena razón lo sé—Se sonrojo Hwan ante su propia declaración.
Soo negó con un movimiento de cabeza y le sonrió, un gesto que solo mostraba al otro Omega-Me parece la mejor razón.
El pelirrojo había elegido esa carrera, no porque fuera una de las pocas que acepto su familia, sino porque quería ver felices a otros, y pensar en un niño sonriéndole como lo hacía Hwan lo hacía sentirse inmensamente feliz.
Finalmente, las estaciones acumularon, lo que de cualquier manera ninguno quería guardar,
La confesión de un amor.
Ninguno le importó el hecho de que ambos fueran Omegas, era natural para ellos estar juntos.
Incapaces de ignorar sus emociones y afectos, se buscaban cada tarde para, como tantos años habían hecho, contar cuentos, de princesas,
De finales felices.
Entre besos tímidos y caricias inocentes, ambos creían que con un amor sincero les permitirían estar juntos.
Intentando ignorar una verdad evidente.
Yéndose a un reino lejano.
Este es el relato de un amor nacido de candorosas historias, y rimas infantiles.
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Soreto con nuevo proyecto :D, bueno más bien nuevo volumen para la historia de maravillosa imperfección, en esta se contara la historia de como se conocieron los Omegas Bin Soo y Ji Hwan, además de también contar un poco de la pareja de Alfas.
Espero les guste :)
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Maravillosa Dulzura [Omegaverse] [Yaoi] #BL-awards
Romance[Historia chicoxchico, gay, o Yaoi] [Saga Un cuento de maravillas #2] Portada por la bella y linda: @LaBrosterBrith, gracias <3 (Se relata la historia de dos parejas aparecidas en el primer libro, una de Omegas, la principal, y otra de Alfas, cre...