4. Ilusión

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Hay quienes en sueños felices, imaginan una familia, retratando en inocentes ilusiones arrullar un hijo propio, es natural, y hermoso cuando esos deseos se hacen realidad.

Sin embargo, Soo y Hwan, eran totalmente conscientes de las cosas que no tendrían, eran realidades que habían aceptado. Se miraban sabiendo que el otro era lo único que necesitaban

Sin embargo, imponente como era el instinto, su naturaleza solía hacerse presente;

Era natural que desearan lo que no podían tener, y era inevitable que a veces se sintieran tristes sobre ello.

Sin embargo no cambiarían por nada la forma en que sus vidas se habían formado,

Y quien estaba en ellas.

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Cuando Hwan comenzó a trabajar, descubrieron que gracias al tamaño de la escuela, y la cantidad de profesores, cubrían sin problema que tuvieran que ausentarse por sus celos, dado que ambos preferian evitar los supresores por los efectos secundarios, utilizandolos solo cuando el trabajo lo ameritara.

Era peculiar sin duda, que ambos presentarán sus celos al mismo tiempo. Esos días juntaban toda la comida y agua posible, como construían un nido lo suficientemente grande para ambos, para encerrarse en una habitación que modificaron apenas se mudaron, una vez terminados los preparativos.

Esos días que desparecían, más la esencia característica y poco disimulable de un Omega fueron las piezas que sus vecinos juntaron para descubrir que eran Omegas, pero la ausencia de un Alfa a su edad, fue lo que provocó que informarán al gobierno.

La intervención de las autoridades no se hizo esperar; llegaron varios representantes del gobierno en diferentes ocasiones, presionando cada vez más, siempre con sonrisas amables y vacías, con gentileza fingida e insinuaciones condescendientes.

La situación llego, como rumores en la escuela donde trabajaban, aun si las habladurías no revelaban sus identidades, Soo abandono la escuela para evitar riesgos, aun ante los reclamos de Hwan.

Pero el pelirrojo encuentra nuevamente empleo casi inmediatamente, gracias a la recomendación de algunos padres de sus alumnos, esta vez en un jardín de niños, lo cual alivia un poco de ansiedad de ambos.

Tranquilidad que dura poco.

Sus familias descubren su ubicación, quienes intentan convencerlos de regresar, incluso presionando a las autoridades enteradas de la situación, particularmente la familia de Soo.

La poderosa familia Bin, decide actuar directamente enviando al hermano mayor de Soo un Alfa; el Omega jamás llevo una buena relación con el hombre, manteniendo su relación en algo similar a extraños, principalmente por la forma prepotente en que su hermano trataba a los Omegas, especialmente a él.

—No puedo creer los problemas que has causado—Miro duramente al pelirrojo en cuanto le abrieron la puerta esa tarde de primavera.

El Alfa sonrió entretenido ante la fiereza en que el Omega le devolvía la mirada y extendía su brazo hacia atrás protegiendo a Hwan que respiraba agitado por el estrés de la situación.

—Por favor sean razonables, ¿dos Omegas solos?, ¿y juntos?, no es algo sano para ninguno de ustedes—Sonrió con mal disimulada amabilidad—.  Soo, te recuerdo que tenías un compromiso, no creí que abandonarías tus responsabilidades...realmente no deberíamos perdonar-

El eco de una bofetada resonó en el silencio de esa tarde, interrumpiendo sus palabras.

Soo tomaba rápidas bocanadas de aire por la furia que se arremolina en su cuerpo, sus ojos rojos con resentimiento miran a su hermano.

A pesar de la notable diferencia de estatura el Omega se acerca y encara al Alfa que lo mira enojado y horrorizado por lo que acaba de pasar.

—Eres un imbécil si piensas que puedes decir algo sobre mi vida y mucho menos sobre la de Hwan—Sus palabras salen en un tono bajo claramente amenazante.

—¡QUE MIERD-!

—¡LARGATE!—Interrumpe nuevamente Soo temblando por un odio que comenzaba a surgir airoso con su rencor —¡¡LARGATE!!—repite el pelirrojo intentando lanzarse y golpear al Alfa, siendo abrazado por el torso por los temblorosos brazos de Hwan que entierra su cabeza en el hombro de su pareja.

—No...Para por favor—Susurra el rubio claramente tragándose sus lágrimas en un nudo doloroso.

El Alfa percibe el pesado y desagradable aroma del miedo y odio puro combinados de los Omegas.

El hombre frunce el puente de su nariz ante la pesadez del aroma. Humillado por haber sido golpeado por su hermano menor, y al ver que el nivel de estrés del Omega rubio, se retira no deseando complicar la situación, o afectar la salud de alguno.

Algo nada conveniente para su familia.

Las leyes eran estrictas con el daño a un Omega, ni se diga las afectaciones a la reputación del responsable de dicha afectación.

Bastante divertido considerando que se volvían ciegos con los abusos si venían en la crianza del Omega, y particularmente provenientes de su familia.

El Alfa tenía suficientes cosas de las que ocuparse,

Demasiados problemas.

Soo en cuanto ve alejarse a su hermano cierra la puerta azotándola por la furia remanente. Su ira y resentimiento se desvanecen al ver a su pareja arrodillado en el piso con su rostro en el suelo y hundido en sus manos, abandonado en su llanto.

El pelirrojo se muerde el labio avergonzado por dejar que el odio lo dominase. Se arrodilla tocando suavemente a Hwan quien repentinamente se lanza al pecho de Soo para abrazarle con el miedo en su esencia y humedeciendo las ropas del otro con sus lágrimas.

Sabían que las nubes de tormenta comenzaban a aparecer.

Y que el gobierno mostró que sus intenciones reales se mostraban sañosas con total descaro.

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Gracias por leer ^^, Suni volverá a aparecer pronto :D

Sus votos y comentarios, me animan muchísimo.

Maravillosa Dulzura [Omegaverse] [Yaoi] #BL-awardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora