La dinámica de un grupo de trabajo siempre es complicada. Si a eso añadimos que el grupo en cuestión lo forman una serie de veinteañeros demasiado inteligentes, especializados en diferentes áreas y un proyecto innovador, secreto y controvertido... El conflicto está servido.
El gobierno había seleccionado un grupo de recién graduados prometedores de diferentes especialidades: ingeniería aeronáutica e industrial, botánica, medicina, sociología y algún que otro talento sin graduar.
El grupo también incluía, por supuesto, tres militares y un policía. Todos ellos con una amplia experiencia y condecoraciones.
Nadie sabía muy bien para qué habían sido llamados, pero sabían que era algo importante.
El primer día llegaron a un complejo militar en medio del desierto de Mojave. Al acceder al recinto pudieron ver diferentes edificios residenciales, bares, supermercados... Parecía una ciudad en miniatura. En el centro de todo esto había una zona vallada de acceso restringido donde se encontraban los distintos pabellones dedicados a diferentes proyectos de investigación.
Al final del camino se encontraba un edificio de piedra, diferente a los demás, ya que recordaba ligeramente a una biblioteca o a una facultad.
Estaba rodeado por una zona ajardinada bastante amplia donde había un recinto deportivo y un invernadero.
Al entrar en el edificio, la sensación de haber vuelto a la universidad se hizo más patente: los techos altos, la escalinata central y una gran estatua réplica de El Pensador de Rodin les dió la bienvenida.
Un equipo de tres personas les estaba esperando.
Se presentaron como la doctora Abby Kane, una eminencia en medicina y cirugía; Marcus Kane, militar de alto rango; y Thelonius Jaha, ingeniero de la Nasa.
Les dieron una breve introducción mediante la que les explicaron que estaban ahí para determinar la viabilidad de estrablecer una colonia de seres humanos en una estación espacial internacional de manera permanente. Para ello, les darían los materiales e instalaciones para que se pudieran llevar a cabo sus investigaciones. Cada persona debería aportar su conocimiento especializado en cada área para elaborar en común un proyecto que se pudiera llevar a cabo en caso de emergencia natural o catástrofe nuclear.
Para ello, tendrían que pasar allí los próximos 6 meses completamente aislados del resto del mundo. Podían utilizar las instalaciones de la base e interactuar con el personal en las zonas comunes, pero tenían terminantemente prohibido salir del complejo o contactar con personal ajeno a la base por cualquier medio.
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Clarke:
Una vez superada la sorpresa inicial, empecé a fijarme en los que serían mis compañeros durante los próximos 6 meses de mi vida.
Pareciamos todos tener edades similares y estar igual de perdidos. Salvo los de uniforme militar, que parecían más familiarizados con la situación que el resto.
Éramos cuatro chicas y siete chicos.A medida que el coronel Kane nos iba presentando, diciendo nuestro nombre y profesión, yo me iba haciendo una idea mental de cada persona.
También me pude hacer una primera idea de con quién me iba a llevar mejor y peor.
Definitivamente, me iba a llevar bien con Raven, una guapa morena con pinta de ingeniosa. Y con Octavia creo que también. Parece más callada pero diría que tiene potencial.El resto no me dio mala impresión, creo que puedo llevarme medianamente bien con todos.
Excepto con dos de los militares. Blake y Murphy. Creo que no seremos compatibles. Demasiado gallitos, diría yo.
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Bellarke oneshots (historias cortas)
FanfictionCada capítulo es una historia independiente con una temática común: Bellarke. Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de Kass Morgan, Jason Rottenberg y la cadena CW.