El reloj corría desde que había pisado el edificio abandonado, las paredes infestadas de moho y escombros que sortear en el piso.Era de madrugada y las estrellas con la luna habían decidido ocultarse a través una densa neblina, como si no quisieran ser testigo de lo que hoy ocurriría.
Desde hace años había olvidado mi humanidad y me había entregado al placer carnal que se producia cuando bien me acostaba con mujeres o presionaba el gatillo luego de una elaborada tortura, era aterrador, mis mayores sueños venían acompañados del color escarlata y los gritos apremiantes de las personas que terminaban en mis manos. Quería fingir que esto no era algo personal, pero lo era, desde hace tiempo el dolor y la alegría que rodeaba a Charlotte era el mío, ella me había salvado de las sucias calles francesas y del cruel destino que estas traían, dándome cobijo en su mafia y llenando con propósito a mi futuro. Lo mío no era como aquel perro callejero que seguía al hombre que lo salvaba esperando que por una obra divina dejará caer un pedazo de pan; lo que yo llevaba era gratitud y lealtad a la oji- gris, incluso si a veces era distante y no podía descifrar las razones que asomaban en esa sonrisa sublime. Yo solo quería ser irremplazable para ella.
Tome mi pistola detrás de mi espalda y me asegure de colocar el silenciador, porque nunca estaba demás ser precavidas en este tipo de situaciones, incluso si esto era un lugar desolado. Al final del cuarto piso del edificio abandonado había una tímida fogata que brindaba algo de luz al oscuro lugar, me asegure de que todo estuviera despejado y procedí a entrar para ver a un fornido hombre que con un pequeño cuchillo danzando entre sus dedos veía a mi dirección.
-Hasta la muerte tarda para quienes esperan- dijo con los ojos vacíos de quien espera dar su último suspiro.
-Me alegro que me esperaras- me acerque a él y lo mire pensando cuanto tiempo estaría aquí- prometo que será algo rápido.
-Solo no apartes la vista niña- una sonrisa arrogante salió de mis labios y sin dejar de mirar dispare para ver como el impacto dejaba gotas escarlatas en mi cuerpo y en la estructura abandonada.
Con este era el cuarto traidor que iba a la tumba. Coloque el arma de nuevo en su lugar, no sin antes colocar el seguro. Tome unos pasos hacía atrás y me senté en el suelo enviando un mensaje que notificaba el éxito de mi misión. Suspire y mordí mi labio para recibir el sabor oxidado de la sangre cuando llego una vaga respuesta. Apoye mi cabeza contra la pared y cerré mis ojos, no siempre fue fácil, tenía tanta sangre en mis manos que a veces pensaba que cuando la gente me miraba lo podía notar, que me arrestarían y me someterían a las mismas torturas y que yo muchas veces aplique en otros.
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Barcelona 2:30 p.mNatasha.
- ¡Te estoy diciendo que no fue así ! - mis manos impactaron con fuerza sobre la mesa.
- Entonces explica me el porqué te vi besandote con una mujer a la salida de una discoteca- Amanda tenía los brazos cruzados y me miraba intensamente.
- Yo no sé de lo que hablas- me sente intentando regular mi respiración.
- Si lo sabes- apretó su mandíbula y una mueca asomo en sus labios- me da igual que salgas a divertirte con otras mujeres pero, termina con Andrew, solo te estas engañando y a él.
- Sabes que no puedo - tape mi rostro entre mis manos en clara frustración.
- Él lo entenderá - oí como la silla se movía y unos pasos llenando la habitación- haz lo correcto por una vez.Lo correcto, era tan fácil de decir pero tan jodidamente difícil de hacer. Yo no lo amaba pero sentía que se lo debía, que de cierta forma me lo debía, pero luego estaba lo que empezaba a sentir por Zafiro. Todo era tan abrumador, quería correr y llorar porque una parte de mi sabía que todo era un intento en vano de olvidar a alguien que jamás regresaría, me había vuelto tan cobarde que no me reconocía en el espejo; solo intentaba una forma de sentirne más viva.
-Permiso agentes- una voz gruesa invadió mis pensamientos y me vi obligada a sacar mis manos de la cara para ver al hombre que requería nuestra atención- Luke quiere verlas en la sala de reuniones ya mismo, es sobre el caso "R".