Bailarina De Ballet[Camren][CANCELADA]

s e i s

-¡Camila ya despiértate!-dijo su mamá abriendo las cortinas de la habitación de la joven para que entrara la luz del sol.

Camila cogió las sábanas de su cama para taparse la cara.

-es sábado, son las nueve de la mañana, déjame dormir-respondió Camila.

-da gracias que no te pedí la cita a las 7-dijo Sinu sacándole las sábanas de la cara a Camila.

-¿cita?.preguntó Camila aún con los ojos cerrados.

-oh, olvide contarte, te hice una cita con el nutriólogo-.

-pe..pero yo no necesito un nutriólogo-.

-es que he notado que has subido un poco de peso-.

-no soy una de tus estúpidas modelos, supéralo-dijo Camila muy molesta.

-también me lo comentó tu maestra be ballet-.

-odio el ballet, mejor dejo de ir a esas rídiculas clases y ya está-.

-la academia a la que vas es muy prestigiosa, cualquier niña querría estar e tu lugar, deberías estar agradecida-.

-¿por qué no dices que solo me metiste ahí porque no tienes tiempo de cuidarme?-.

-no me importa lo que pienses, te veo en media hora-dijo Sinu saliendo del cuarto de su hija mientras azotaba la puerta.

Camila tomó un cojín y lo puso en su cara para poder gritar, en ocasiones odiaba a su mamá.

**************

-Pasen por favor-dijo la nutrióloga.

Sinu y Camila se sentaron en el sillón del consultorio.

-¿a qué debo su visita señora Sinu?-la nutrióloga conocía perfectamente a la editora, pues ahí llevaba a todos sus modelos.

-me gustaría que le hicieras una dieta a mi hija, ha estado subiendo de peso-.

-muy bien, Camila, acompáñame por favor-.

La nutrióloga llevo a la morena a un cuarto donde había una máquina.

-esta máquina analiza tu composición corporal, medirá tu peso, tu grasa corporal y tu masa muscular-dijo la doctora señalando el aparato-necesito que te desvistas-.

-¿qué?no, mamá no dijo que me tendría que desvestir al venir aquí-.

-es lo que hacemos con todos los pacientes-.

Camila se quitó la playera de mala gana

-también tus pantalones, por favor-.

Camila tragó saliva, estaba nerviosa, recordó las marcas de los cortes que se había hecho unas noches atrás, la nutrióloga se daría cuenta y le diría a su mamá.

-Camila no podemos seguir si no te desvistes-.

La morena se quitó los pantalones y en efecto, la nutrióloga se quedó viendo las marca en la piel de Camila.

-no digas nada, por favor, sé que tengo un problema pero....-Camila se adelantó a hablar.

-todos mis pacientes tienen derecho de confidencialidad, tranquila, no diré nada-le aseguró la doctora.

-gracias-respondió Camila y se subió a la máquina.Después de un minuto la nutrióloga le dijo que sus resultados ya estaban listos, y que ya se podía vestir.

Cuando Camila regresó donde estaba su mamá se sintió extraña, la doctora le había asegurado que no diría nada, pero era de esas veces en las que sabía que había hecho mal y sentía que todos lo sabían.