-Mierda, mierda, mierda. Sabía que quitar la vigilancia no era una buena idea. Joder.
Sin mirar a la carretera marco el numero de Louis en el móvil. Y tras tres pitidos Louis me coge la llamada.
-Ey, Liam, ¿qué pasa?
-Louis... Es Harry.
-¿Qué?... -Noto la confusión en sus palabras.
-Ha desaparecido.
-¿Qué? -Vuelve a preguntar incrédulo.
-Yo... Le llame para decirle que le pusiera gasalonia al coche y Alice me cogió el teléfono llorando. Según ella, Harry se fue al lavabo hace una hora y no volvio.
-¿QUÉ? -Grita está vez. Está enfadado.
-Louis...
-Llama a Zayn y a Niall. Quiero sus jodidos culos en la casa, ahora. Y tu, más te vale que vengas en menos que canta un gallo. Me cago en la puta, Liam. ¿Cómo hemos sido tan gilipollas?
-No lo sé, bro... ¿Crees que han sido ellos?
-No lo creo, Liam, lo sé. Joder, esto es una jodida mierda. Vuela Liam, vuela y vuelve a la casa de inmediato. Joder.
Antes de poder decir nada más Louis cuelga el teléfono. Sin esperar mucho más hago una llamada de tres, pudiendo así avisar a Niall y a Zayn a la vez.
-¿Liam?/¿Li? -Preguntan los dos chicos a la vez.
-No hay tiempo para explicación. Tenéis que ir a la casa ahora mismo. Niall siento tener que hacer dejar a tu abuelo. Louis está cabreado y los del NorthSide han secuestrado a Harry.
-¿Qué? -Dicen los dos a la vez.
-Lo siento, chicos. Os tengo que dejar. Nos vemos en un par de horas.
Cuelgo al teléfono. Sin darme cuenta en menos de veinte minutos ya he llegado al campus, paso por el aparcamiento donde me encuentro a Alice de pie mirando de un lado al otro. Me paro enfrente de ella y no hace falta decir nada, ella salta, literalmente, dentro del coche y yo arranco sin intercambiar ni una sola palabras. Nos espera un viaje largo.
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Me muevo de un lado al otro, por toda la casa. Ninguno de mis hombres han llegado todavía y no sé que hacer. En mi cabeza solo puedo pensar en Harry. Me vienen imágenes de él sin parar. De él riendo, de él sonrojado, de él enfadado, de él intentando no hacer ruido mientras llora, dando me la espalda en la cama, de él suplicándole que le mire a los ojos, de él diciéndome que me quiere y de mi siendo un gilipollas frío y egoísta.
Sin darme cuenta, ahora me encuentro en mi coche conduciendo a toda velocidad hasta la casa de los NorthSide. Cuando llego corro hacia la puerta, abriéndola de una patada, de pronto todos los presentes se levantan y me apuntan con sus pistolas, preparado para abrir fuego al mínimo movimiento que haga.
-Hombre... Si es el gran Tomlinson. Bajar las armas. -Dice Max, el cabecilla, con una sonrisa. -¿Qué te trae por aquí?
-¿Donde está?
-¿Dónde está quien? -Pregunta él realmente confundido, sé que es su forma de distracción.
-¿Dónde está el chico, George? ¡No me hagas volarte la jodida cabeza! -Grito enfurecido.
-No creo que estés en las mejores condiciones de matar a nadie... ¿No crees?.
-¿Qué me respondas? -Doy un paso amenazante hacia delante y la docena de hombres vuelven a levantar sus armas, apuntándolas hacia mi. Max ríe y del ordena con la mano que las bajen.
-Mira, Tomlinson, no sé donde está tu princesita, ¿vale? No me van los tíos... No encuentro un motivo para traérmelo conmigo... Aunque me la apunto para la próxima, viendo como te pones, podré hacer que comas de mi mano tan solo con coartarle un rizo a "el chico".
Le miro confundido, y sin saber que está pasando. No me fió mucho de su palabra, pero tiene razón, no estoy en las mejores condiciones para matar a alguien, son cien contra mi.
-Como me entere de que tienes algo que ver en esto, te juro que vendré a por ti y te volare esa jodida cabeza, luego te pateare la cara hasta deformartela y después te tirare a cualquier río, mar o contenedor. Más te vale que no estar involucrado, George. Y antes de que te lo preguntes dos veces. Sí, lo haré, y tú y todo los de esta sala sabemos que soy capaz.
Me doy la vuelta y me voy de ahí sin recibir ni una sola palabra de vuelta.
