Abro los ojos y esta todo oscuro. Cuando mis ojos consiguen adaptarse distingo entre las sombras la habitación de Louis. ¿Cómo he llegado hasta aquí?, me pregunto. A lo lejos, casi inaudible, se escuchan voces, aunque no consigo averiguar de quien son. Me levanto desconcertado y salgo de la habitación. La luz del pasillo me ciega y bostezo.
Cuando llego al comedor veo a cuatro chicos sentados en el sofá, y solo reconozco a uno. Louis, quien esta sentado en la esquina del sofá. Camino hasta él y le toco el hombro, él levanta la vista y sonríe
-Pensaba que ya no te levantarías. -Dice y me indica que me siente en el sillón. Sin rechistar me siento.
-Tengo hambre.- Digo bajito. Todos me miran y me sonrojo.
-Chico, si no hablas más alto mal vamos... -Dice el chico rubio de ojos azules.
Todos ríen y me sonrojo de nuevo. Louis me toca la mano y le miro.
-Vamos. Te haré algo de cenar. -Se levanta sin soltar mi mano y le sigo hasta la cocina.
-Intimidan. -Digo algo más relajado. Él ríe y mientras hace algo de cenar le observo.
Es alto aunque no más que yo, tiene el pelo castaño y liso peinado hacia un lado, tiene los ojos azules y su piel es tersa. Suele llevar camiseta holgadas, y pantalones ajustado, los cuales realzan su trasero... -Basta, Harry. ¡Por ahí no!. -Me grito a mi mismo cuando mis pensamientos se desvían.
-Huele bien. -Digo rompiendo el silencio.
-Te estoy haciendo una hamburguesa. -Dice sin mirarme.
-¿Tu no cenas? -Me acerco y apoyo mi cabeza en su hombro.
-Harry son las diez de la noche, yo ya he cenado. -Ríe. Yo en cambio le miro perplejo e incluso cabreado.
-Espera... ¿Qué día es hoy?
-Domingo, ¿por?
-¡Oh Dios, Louis, mañana es lunes! -Grito sin importarme que se entero todo el vecindario.
-Harry no pasa nada... Baja la voz. -Dice intentando parecer tranquilo.
-¡¿Que no pasa nada?! -Grito, de nuevo.- De aquí seis horas tengo que estar camino a Londres. ¡Tengo clases! -Me muevo de un lado al otro nervioso.
-¿Clases? -Pregunta él confundido. -Pensaba que no querías salir de casa... Y menos ir a Londres... -Dice furioso.
-Ya... Pero no puedo dejar de ir a la Universidad, Louis... -Suspiro cansado.
-¿Y que pasa con la prensa? Y con el gilipollas de tu Manager.
-No lo sé... -Vuelvo a suspirar.
-Bueno, tranquilo... Cena y vete a dormir. Yo te llevare mañana a la Universidad.
-Pero... -Intento replicar pero me corta.
-¡Cállate, Harry! Cena y vete a dormir. No te quiero volver a escuchar. -Grita y mis entrañas se encogen. Ya no tengo hambre.
Niego con la cabeza y salgo corriendo hacia la habitación.
-¡Joder! -Escucho a Louis gritar antes de dar un portazo y tirarme en la cama.
Las lagrimas comienzan a brotar de mis ojos, empapando la almohada. Maldigo mi vida entera. Una y otra vez, deseando que nada de esto hubiera pasado y que pudiera ser un chico normal, con una vida normal. Mi llanto aumenta con cada pensamiento y mi respiración se acelera. Cuando me quiero dar cuenta noto como el colchón se hunde a mi lado y como una mano acaricia mi espalda. Sé quien es y ahora mismo es la última persona con la que quiero estar. Él no es nadie para tratarme como me ha tratado, y gritarme de esa manera... Me niego a mirarle, aunque las caricias que su pequeña mano de me da me relaja. Cuando él nota que estoy más relajado y mi respiración vuelve a su ritmo normal carraspea su garganta.
-Haryy... Yo -se queda callado y respira hondo. -Siento haberte gritado... Vamos no llores. -Sigo sin querer mirarle.
-Por favor, perdóname. -Susurra en mi oído y un corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo. Me giro con cuidado y le miro con cautela, sus bonitos ojos azules me penetran hasta dentro, dejándome completamente heleado y sin saber que decir. Él esboza una pequeña sonrisa que me da ganas de llorar. Cierro los ojos y mantengo las lagrimas. Él me rodea con su brazo y tira de mi cuerpo, haciendo que mi cabeza quede apoyada en su pecho.
-Vamos Hazz, duerme. -Hunde la mano en mi pelo y yo sonrío por como me ha llamado.
-Mi hermana me llamaba así. -Digo melancólico. Puedo notar como el sonríe pero no dice nada.
Cierro los ojos y entre el tacto de su mano en mi pelo y su tranquila respiración me quedo totalmente dormido.
Despierto y Harry sigue abrazado a mi, como si le diera miedo soltarme. Sonrío y acaricio su brazo. Él murmura algo sin sentido y me aprieta más fuerte contra él. Río débilmente para no molestarle y él abre los ojos despacio.
-Buenos días. -Dice con la roca y adormilada.
-Buenos días, Hazz. -Me deshago de su agarre y me levanto de la cama para comenzar a vestirme, él aprovecha y se estira totalmente, aun tumbado en el colchón.
-¿Me vas a llevar a la universidad? -Dice risueño.
-Eso te dije anoche, ¿No es así? -Entro en el lavabo con una sonrisa y comienzo a cepillarme los dientes.
-Sí... Pero pensé que -No le dejo acabar.
-Vamos Harry, vístete. -Digo intentando no perder la paciencia.
-Ya voy, Don gruñón. -Hace un gracioso gesto de burla con la cabeza y comienza a rebuscar entre mi ropa algo que ponerse.
-Sigue así y te vas andando a Londres. -Digo serio. Volviendo a ser yo.
-Lo siento. -Dice confuso. Seguro que piensa que soy bipolar.
-Te espero en la cocina. No tardes, que todavía tienes que desayunar. -Salgo de la habitación y camino hasta la cocina, donde están los chicos.
-Buenos días. -No les miro. Saco el zumo de la nevera y bebo a morro.
-¡Ey! -Dicen al unisono.- ¿Como esta hoy el chico? -Pregunta Liam.
Le miro con odio. Sé que solo pregunta para hacerme rabiar, ya que desde que Harry llego no dejo que nadie diga nada de él, ni se acerque a él, incluso llevo un par de días pasando de todo el trabajo que tenemos entre manos, simplemente porque prefiero estar con Harry... Los chicos constantemente me preguntan que que estoy haciendo, que no estaba bien, y cosas por el estilo... Sé que nuestra vida no es la mejor que se puede tener, y esta claro que no se la deseo a nadie... Y menos a Harry, mi instinto de protección hacia él crece cada día más y el tener que protegerle de todo el acecho que hay afuera es mayor. Los chicos me advierten de que si me importa Harry será mejor que vaya con cuidado, siempre que sale ese tema de conversación acabado enfadado... Se piensan que no lo sé.
-Supongo que bien... -Contesto haciendo creer que no me interesa como esta.
-Estoy bien. Gracias por preguntar... -Dice Harry con una sonrisa picara. Me roba el zumo de las manos y mientras bebe mira a Liam esperando a que este le diga su nombre.
-Perdón... Soy Liam. -Le tiende la mano y Harry se la estrecha y asiente con la cabeza.- Y ellos son Niall y Zayn. -Continua Liam, señalando primero al rubio y luego al moreno, quienes se encuentran sentado en la barra de la cocina. Harry vuelve a sonreír y ellos asienten con la cabeza en forma de saludo.
-¿Vamos? -Le pregunto.
-Sí. -Dice seguro. -Hasta la tarde chicos. -Agita la mano y camina.
-Hasta luego. -Dicen ellos sorprendidos por la actitud de Harry.