Capítulo 25

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1 día para la mudanza de Carol a la casa Parte 2

Hace un momento estaban todos felices, apenas bajo Carol todos gritaron, no se entendió nada de lo que dijeron porque todos dijeron algo distinto al mismo tiempo, Carol estaba súper contenta. Pero ahora estaban todos los más grandes intentando tranquilizar a los más pequeños, las monjas fueron a llamar a los "padres" de todos, o sea de los niños que ya estaban en proceso de adopción.

Según lo que decían todos, las monjas se olvidaron de una torta en el horno del edificio de los chicos y esto provoco el comienzo del fuego, pero las monjas que estaban cocinando están totalmente seguras de que no había ninguna otra torta en los hornos. Los bomberos pudieron apagar el fuego antes de que llegara a quemar todos los cuartos, muchos ya no se pudieron salvar, pero por suerte como todos estaban en el edificio más grande festejando no había nadie cuando el fuego inicio, la que se dio cuenta del fuego fue la misma Carol.

— ¡O trajeron humo también! aunque huele a quemado...

— ¿Humo?

Había entrado el humo a donde estaban todos bailando, ese momento fue cuando Carol lo confundió con el humo que ponen los DJ en los bailes, si no fuera por ella se hubieran dado cuenta cuando el fuego llegara hasta su edificio.

Como el fuego consumió los cuartos más cercanos a la cocina, y las monjas tienen miedo de que todavía hayan cenizas que puedan lastimar o algo parecido a los chicos que duermen ahí, comenzaron a llamar para que vinieran a buscar a todos los chicos que ya estaban en proceso de adopción, entre ellos estaba Carol.

Varias chicas y chicos la acompañaron y ayudaron a recoger sus cosas, las monjas le regalaron una maleta para que no tenga que poner su ropa en bolsas. Lo primero que ella recogió fue a Krito, no quería por nada olvidarse de él, no quería tener que volver tan pronto a por el peluche solamente, luego recogió la ropa que tenía, que no era mucha pues eran donaciones que se le hacían al orfanato, para los más chicos cuando a los más grandes le quedaba chica la ropa se la regalaban. Cuando ya tuvo todo en la maleta Autumn, Amber y Scarlett la acompañaron al jardín donde habían ya niños junto a las monjas esperando a que vinieran por ellos, algunos llorando porqué sus cosas fueron quemadas, otros corriendo felices y otros mirando a la nada.

— ¡No quiero que te vayas ya! ¡Se supone que todavía nos quedaban varias horas! ¡No es justo!— gritaba Scarlett por todo el patio donde se encontraban todos.

— Lo sé yo también lo pensé — Carol bajo la cabeza.

Estaba feliz por un lado, por fin tendría una casa y aunque no era lo que siempre había imaginado, con una madre, un padre y un hermano o hermana, para ella era genial la familia que iba a tener en poco tiempo, pero por otro lado estaba triste porque dejaría a sus amigas y al lugar donde se sentía segura, se sentía de alguna forma en familia, aunque para ella, ella sería la oveja negra.

— Estamos felices por ti pero por favor ven a visitarnos seguido, no seas como Laura que solo la vemos cuando nosotras vamos — Amber sonrió y la abrazo, segundos después todas estaban abrazando a Carol.

Todas se separaron al oír como un hombre que se le notaba muy preocupado gritaba el nombre de Carol mientras las monjas le intentaban decir que se calme.

Fernando había llegado lo más rápido que pudo al orfanato, no entendía nada hasta el momento en que vio a los bomberos en el lugar, hubo un incendio, no sabía dónde ni como ocurrió ni tampoco se dio tiempo a pensar mucho, se asustó, creyó que lo habían llamado que fuera urgente para que le dijeran que Carol se había quemado o aun peor que había muerto.

No escucho a que las monjas que lo oyeron gritar e intentaban explicarle que Carol estaba bien y que tenía que firmar para irse con ella, realmente dejaron de intentarlo al verlo tan preocupado por ella ya se dieron cuenta que era mejor que firmara después igual el apellido de Carol ya fue arreglado previamente, solo faltaba sacar la cédula oficial.

Mis hermanastros sobreprotectoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora