Capítulo 22

4.2K 169 3
                                    

La noche estaba hermosa las estrellas estaban brillando con más intensidad de lo usual. Tomé eso como una señal de que hoy será una noche especial. El camino fue silencioso, no silencio incómodo, solo no teníamos nada que decir y estábamos tan sumidos en nuestros propios pensamientos que no reparamos en no estábamos hablando en voz alta, nos conocemos tan bien que no hay necesidad de palabras para comunicarse. Por más que intentara que West me dijera a dónde íbamos él no me diría así que opté por no insistir.

Confiaba en los padres de West, pero aún así era la primera vez que dejaba a Mia con alguien que no fuera West y me sentía nerviosa por ello. Esperaba que estuvieran bien y que supieran cómo manejar a Mia. Sé que ellos tienen experiencia con bebés pues tuvieron a West el padre de mi hija, aún así cada bebé es diferente. Intenté solamente tranquilizarme solamente eran pensamientos para intentar arruinar la noche.

"West el padre de mi hija" Que bien se siente decir eso, o más bien pensar. Pero a pesar de que ya habían pasado semanas desde que tuve a Mia seguía sintiendo que todo eso era un sueño, West el chico con el qué me crié, mi mejor amigo, y mi amigo con derechos, tuve una hija con él, es increíble ¿quién iba a pensar que unos años más tarde de irme de Alemania tendría una hija con West? Si me hubiesen dicho que eso sucedería me reiría en la cara de la persona, jamás pensé que algo así pudiera pasar. Y amo a Mia con todo mi ser pero hubiese esperado más tiempo para tenerla, pero no cambiaría que su padre sea West. Hasta ahora él me ha demostrado lo gran padre que es, y él ama a Mia con todo su corazón, sé que no haría nada para dañarla y confío plenamente en él, así que lo elegiría a él para ser el padre de Mia, siempre.

—Ya llegamos.—

Observé a mí alrededor, estábamos en una plaza con una enorme fuente en el medio, era muy llamativa y se veía espectacular de noche con el contraste de la tenue luz de las farolas, al cruzar la calle habían varios restaurantes lujosos, habían varias personas en la plaza algunos caminando alrededor y otros sentados en la orilla de la fuente charlando.

West se bajó del auto y lo rodeó hasta llegar a mi puerta y abrirla. Extendió su mano hacia a mí para que yo la tomara y él ayudarme a bajar.

Tomé su mano dándole una sonrisa divertida debido a sus gestos de caballerosidad.

—Me halagas—le sonreí mostrando mis dientes.

—Así es como se les trata a las reinas ¿no?—me guiñó un ojo y juntando nuestras manos y entrelazando nuestros dedos nos dirigió hacia uno de los restaurantes.

—Buenas noches, bienvenidos al Palace Restaurant ¿tienen reservación?—nos recibió el maitre.

—Buenas noches.—le respondí con una sonrisa cordial.

—Buenas noches, tengo una reservación a nombre de West Lancaster.—le respondió West.

—Señor Lancaster, claro que sí. Acompáñenme.—después de revisar en una tableta nuestra reservación nos dirigió a una mesa para dos personas en una esquina retirada de las demás mesas en el restaurante.—Bueno, los dejo en unos minutos vendrá su mesera para servirle, cualquier incomodidad no duden en avisarme.—

—Gracias.—dijimos al unísono West y yo.

Tomamos los menús en busca de un plato que captara nuestra atención.

—Buenas noches mi nombre es Jordan y les estaré sirviendo esta noche ¿ya están listos para ordenar?—

Con West intercambiamos miradas decidiendo quien hablaría primero.

Amigos con DerechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora