Por siempre Ladybug

Día 9

Suspiró agotado, exhausto, sin energías y con unas enormes ganas de arrojarse a si mismo de la Torre Eiffel; no tenía caso seguir intentándolo -¿Cómo lo estoy haciendo? Chat- Preguntó la rubia de ojos azules al héroe con traje de gato negro -Igual que las últimas 20 veces- Veinte, treinta, mil, en realidad no llevaba la cuenta. Se había prometido a sí mismo que aceptaría a cualquier persona que Marinette escogiera para ser la siguiente Ladybug. Se lo había prometido, pero, ¿Tenía que ser Chloe? El felino dirigió su mirada a la rubia que intentaba hacer girar el yoyo de tal forma que terminaba enrollándose a ella misma siempre. No ocultaba su identidad en lo más mínimo, cualquiera que la hubiera visto con el traje de Ladybug sería capaz de reconocerla ¿Qué le habría dicho ayer Chloe para convencerla para que la dejara ser Ladybug? -¿Qué piensas?- -Que tal vez el yoyo no es para ti- La rubia hizo una mueca de enojo -Marinette, digo, Ladybug dijo que tú me entrenarías- -Lo haría, si me escucharas en lugar de jugar con el yoyo-

-¿Puedo saber tu identidad?- -No- -Sé la de Ladybug- -Todos saben la de Ladybug- -¿Ladybug sabe tu identidad?- -Sí- -Yo voy a ser Ladybug, ¿No debería saber tu identidad secreta?- -No- -Pero Ladybug la sabe, y yo voy a ser Ladybug, también debo saber tu identidad secreta- El héroe respiró con fuerza para controlarse, miró a la aspirante a heroína con una gran sonrisa y le preguntó -Y según tú ¿Quién soy?- La rubia no tenía palabras, no importaba lo mucho que examinara el rostro del héroe, su cerebro era incapaz de conectar ese rostro enmascarado a un rostro conocido y la mirada fija de él empezaba a incomodarla -¿Debería conocerte?- Sin dejar de mirarla el rubio contestó -No sé ¿Te parezco conocido?- Al momento de preguntar, la sonrisa del joven se hizo más grande; lo estaba disfrutando. Enojada y avergonzada, la chica se apartó del rubio para que este no viera el sonrojo de su rostro -¡¡Basta!! ¡Ladybug dijo que ibas a entrenarme, no a acosarme!- -Que curioso, a mí me dijo que iba a examinarte y, que si no pasabas, recuperara el miraculous- Los ojos de la rubia se abrieron mostrando su sorpresa y el rostro del felino dibujó una sonrisa juguetona -¿Creíste que no lo sabía? Ah, y si no fuera por el accidente, ni ladybug, ni yo sabríamos nuestras identidades. Ella decía que era lo mejor-

Nino se encontraba acariciando el hombro de su deprimida novia que no había intentado ver a su amiga convaleciente -No sé qué hacer ¿Tú qué crees?- -No creo que evitarla sea correcto- La joven morena miró su celular que le mostraba las imágenes que tenía con su pequeña amiga. Tal vez si debería de ir a verla, ella había sido su primera amiga en la escuela, la forma en que le tenía miedo a Chloe y dejaba que esta la intimidara. Tal vez estaba asustada por lo que le estaba pasando -Tienes razón, no puedo seguir enojada por haberme mentido. Debe haber tenido una muy buena razón para no haberme dicho su identidad ¿No?- -Eso creo- -Nunca lo sabré si no se lo pregunto en persona ¿Verdad?- -Verdad- -¡Iré a verla!- -¡¡Cuidado con el poste!!- -¡Aaaaaay!-

No había dado ni un sólo paso la morena, cuando frente a ella se estrelló contra un poste de luz cercano una chica que parecía ser Ladybug -No, no, no, la verdad no estuviste tan mal. Esta vez intenta no estrellarte contra todo lo que se te cruce en el camino- -Ahhh, es fácil para ti decirlo ¡Quiero ver que lo hagas!- -Yo no soy el que está a prueba- -¡¡Le diré a mi papi!!- La morena veía la escena frente a ella, ese era Chat Noir ¿No? Si ese era Chat Noir ¿Esa debía ser Ladybug? Pero Ladybug era Marinette y ella estaba incapacitada según las noticias, además, no sonaba a Ladybug, sonaba más a, a. Recordó que la rubia engreída de Chloe había apartado a Adrien al final del día. Esa niña mimada hija de papi seguro le había pedido que la dejara ver a Marinette, claro, ella siempre quiso ser Ladybug; ese tonto de seguro había creído sus alguna mentira suya. Tenía sentido, lo que no tenía sentido era que Mari le hubiera permitido a Chloe tomar su lugar, ¿Tan bajo había caído? ¿Tan desesperada estaba? La morena salió corriendo sin voltear a ver a su novio que seguía viendo confundido a Chat Noir desatando a la rubia y a subir de nuevo a los tejados.

La joven secó sus lágrimas, de entre todas las personas, de entre las miles de personas a las que podría haber elegido para tomar su lugar, eligió a la persona que más la había maltratado, la peor persona posible para ser un ejemplo de heroicidad, esa bruja egoísta y mimada ¡¿En qué estaba pensando?! La morena cubrió su rostro tratando de cubrir su llanto, cuando una voz llegó hasta ella -Es un placer volverte a ver, Lady Wifi-