Día 14, otra vez

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Alyabug observó horrorizada como a la distancia el cuerpo de Chat Noir caía del techo del museo e impactarse contra el suelo. Alyabug corrió con la intención de ayudar al héroe hasta que vio que una nube de polvo negro se acerca a él y tomaba la forma de una persona -Pobre gatito, lleno de dolor y angustias. Sueña, sueña dulcemente- Dijo la villana mientras hacía una almohada de polvo purpura y se la colocaba en la cabeza a Chat Noir -No va a moverse de aquí. Después volveré por su miraculous- Y volvió a convertirse en polvo con un movimiento de su abanico gigante y se incorporó con el polvo purpura.

Alyabug observó como la nube de polvo negro daba dos vueltas al rededor de Chat antes de dirigirse en su dirección. Las calles inundadas del polvo purpura impedían ver la dirección que la nube de polvo negro tomaba, a pesar de eso, Alyabug sabía que la estaba siguiendo. Saltó de techo en techo cuidando de no resbalarse y caer en esa neblina de polvo purpura, a cada salto sentía que la vida se le iba en ello, a cada salto sentía que se iba a resbalar y sería su fin. Corría sin fijarse el rumbo que llevaba, sólo quería huir, escapar de ese polvo, aunque no supiera a dónde ir.

Cuando estaba a punto de saltar al siguiente edificio, un enorme abanico salió de la nube de polvo purpura para después envolverse del polvo negro que se convirtió en la chica de piel negra.
-Puedo sentir tus sueños destrozados. Permíteme ayudarte a hacer realidad tus sueños- Dijo Sweet Dreamer a la vez que alzaba su abanico y el polvo purpura ascendía.
-¡¡No!! ¡No quiero tu ayuda!- Gritó Alyabug con desesperación.
-Todos tienen sueños, todos quieren verlos hechos realidad. Yo puedo hacerlo, déjame ayudarte- Insistió Sweet Dreamer. Alyabug retrocedió a pasos cortos hasta que sintió la orilla del edificio.
-No tengo ningún deseo que tú puedas hacer realidad-
-No es cierto, puedo verlo, sueñas con ser siempre Ladybug, que tu amiga nunca se recupere-
-¡¡NO!! ¡¡MIENTES!!-
-¿Miento? Sólo hay una forma de averiguarlo- Dijo Sweet Dreamer y el polvo purpura ascendió detrás de ella y la envolvió haciéndola caer del edificio.

El cuerpo de Alya cayó sobre un coche que al recibir el impacto, sonó su estruendosa alarma.
-Descansa tú también- Dijo Sweet Dreamer al bajar del edificio en su forma de polvo negro y regresar a su forma corpórea.
-"Ahora toma su miraculous"- Dijo la voz dentro de la cabeza de Sweet Dreamer.
-Y así se cumplirán los sueños de todos- Respondió Sweet Dreamer.
-"Así es"- Sweet Dreamer se acercó hasta Alyabug y revisó sus orejas
-Hay un problema, Papillion-
-"¡¡¿Qué problema puede haber?!!- Gritó furioso desde su guarida.
-Sólo hay un pendiente ¿Sólo es un miraculous?-
-"¿Qué? ¡No! ¡Deben de ser dos! ¡¡Búscalos!!"- Sweet Dreamer sujetó con fuerza su cabeza y se recargó sobre su abanico.
-La chica, la chica sólo tiene uno, porque, porque, porque la otra chica tiene el otro. Eso es lo que dijo el gato en su sueño, ¡La chica pelinegra tiene el otro!- Gritó Sweet Dreamer cuando terminó de revisar el sueño de Chat. -Iré por ella- Y se convirtió de nuevo en polvo con su abanico. 

-La chica tiene el otro- Dijo Papillion sólo en su guarida, el otro miraculous estaba ahí, tan cerca de él. -Nooro, destransfórmame- Dijo Papillion para después convertirse en Gabriel Agreste.
-¿Qué ocurre, Maestro?-
-Que no te necesito por ahora- Gabriel se retiró el Miraculous de la Polilla y la guardó en una caja, para después salir de su guarida. Estaba tan cerca, ya podía sentir el poder infinito en sus manos, no podía dejar de alabarse a sí mismo por la grandiosa idea de haber invitado a la chica a quedarse en su mansión, había sido la idea más inteligente desde que había sacado esa línea de perfumes inspirada en su ropa.

-Marinette, despierta. Vamos, despierta-

-No estoy dormida, Tikki, sólo tengo los ojos cerrados- Dijo Marinette a la vez que se acomodaba entre sus cobijas. A los pocos segundos se descobijo y miró con sorpresa a la Kwami que estaba flotando frente a ella -¡¿Tikki?! ¿Qué haces aquí deberías estar con Alya? No digo que no me da gusto verte, pero-
-Sé a qué te refieres- Interrumpió a Marinette antes que continuara -Pero no hay tiempo. Alya ha sido vencida, ha perdido el pendiente y Chat está dormido, sólo quedas tú para salvarlos a todos-
-¿Yo? Por si no lo recuerdas Tikki, yo estoy confinada a esta cama y a esta silla de ruedas, no puedo hacer nada por mí misma- Tikki miró a la chica y volando le acercó la silla de ruedas
-Lo sé, pero ahora eres tú la única que puede salvarlos- Marinette miró a la kwami y después miró la silla de ruedas.
-¿Qué es lo que podría hacer desde aquí?- TOCK, TOCK.

-¿Hay alguien que sigue despierto?- Preguntó la kwami a la vez que se escondía en el cabello suelto de Marinette.
-Eh, ¿Adelante?- Respondió Marinette.
-Señorita, DupainCheng. Me alegro que se encuentre bien, salí de mi oficina y vi que todos estaban dormidos así que me preocupe por usted ¿Se encuentra bien?- Preguntó el Señor Agreste.
-¡¿Todos están dormidos?! ¡¡¿Incluso Adrien?!!- Marinette intentó fingir sorpresa lo mejor que pudo en su respuesta -No puede ser ¿Es obra de otro akuma? Y yo aquí, de inútil- El Señor Agreste se acercó a la chica.
-Sí, es algo terrible, pero eso ya está fuera de sus responsabilidades, ahora sólo quiero ponerla en un lugar a salvo- El Señor Agreste tomó la silla de ruedas y la acomodó justo al lado de Marinette.
-Supongo que ese es mi lugar ahora, ocultarme y esperar que todo se solucione ¿No?- Dijo con amargura Marinette.
-No tiene nada de qué avergonzarse- Marinette se arrastró a la orilla de la cama para subirse en la silla, no sabía que le dolía más, su espalda o su dignidad.

El Señor Agreste sacó a Marinette en la silla de ruedas sin dejar de ver su cabeza. En uno de sus oídos debía estar el miraculous, pero no podía arriesgarse a agarrar la oreja equivocada y alertarla. Bajó con lentitud las escaleras hasta el recibidor, la metería en su oficina, activaría el sistema de defensa y en ese momento fingiría revisarla para robarle el miraculous. El señor Agreste dejó un instante la silla de ruedas para abrir su oficina, cuando las puertas de la entrada se abrieron de y dejaron entrar una ventisca de polvo negro y purpura. En un arrebato, el Señor Agreste empujó la silla de ruedas dentro de su oficina y la cerró tras él.
-Puedo ver tu desilusión y tu dolor, déjame ayudarte- Dijo Sweet Dreamer mientras volvía a formar su cuerpo frente al Señor Agreste.

Marinette se sujetó con fuerzas de la silla de ruedas para no caerse. Eso había sido extremadamente repentino, regresó su mirada a la puerta de la oficina. El Señor Agreste se había quedado del otro lado. La kwami salió del cabello de Marinette y se apresuró a tomar objetos para trabar la puerta. Marinette intentó respirar para calmarse, ese era en verdad el peor escenario posible. Cuando trató de mover la silla, chocó con el cuerpo dormido del guardaespaldas del Señor Agreste, como estaba podría jurar que estaba muerto y podría estarlo de verdad si no despertaba en algún momento. Marinette intentó desviar su mente de esos pensamientos volteando en la dirección contraria, en cambio, lo que vio fue a la asistente, dormida sobre su escritorio.
-¡¡Ahh!!- Gritó Tikki cuando varios golpes empezaron a azotar la puerta. Se podía ver que no resistiría mucho tiempo. Marinette cerró sus ojos, respiró con profundidad y se limitó a decir.
-Tikki, transfórmame-

Por siempre LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora