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—Mamá, por favor. ¿Es necesario tener un niñero el cual tiene mí misma edad? —alegó JungKook, poniéndose frente a la puerta, impidiendo que su progenitora se pudiera marchar de una vez.

—JungKook, ya hablamos de esto —recordó, masajeándose las cienes con estrés—. TaeHyung sólo vendrá por las noches y mañanas para asegurarse de que estás en ca—

—Pero mamá... —rechistó, interrumpiendo a su madre.

—Si no fuera porque la última vez que me fui de viaje faltaste a casi todas tus clases sólo por andar de vago o yendo a fiestas no tendría que hacer ésto —suspiró—. Además, TaeHyung es un buen chico, es responsable y maduro. A ver si te pega algo de eso —dijo eso último soltando una risita.

El menor puso los ojos en blanco.

—Está bien —aceptó el menor, resignado—. Que te vaya bien en tu viaje, madre.

La señora de castaña cabellera, lo miró con cariño antes de soltar sus maletas para abrazar a su hijo, dejando un dulce beso en la frente de este.

—Sólo quiero asegurarme de que estés bien en mi ausencia, será un viaje largo —dijo la señora Jeon, acariciando el fino cabello de JungKook.

—No te preocupes, estaré bien —habló el joven, con una pequeña, pero cálida sonrisa hacia su madre.

Ella lo abrazó una vez más y le dio una última mirada antes de salir por la puerta para dirigirse y subirse al taxi que la esperaba.

—¡Apenas llegue y tenga cobertura te llamaré!, ¡Te amo hijo! —exclamó por la ventana del taxi. 

JungKook, por lo menos alcanzó a sonreír y asentir a su madre, pues el conductor se puso en marcha enseguida.

Suspiró, y cerró la puerta para luego irse a recostar al sillón de la sala. Sus parpados se iban cerrando lentamente con la intención de descansar, pero antes de quedar completamente dormido, se sobresalta al escuchar el sonido del timbre. ¿Mamá se habrá olvidado de algo? No puede evitar pensar mientras caminaba hacia la puerta para abrir la misma. Se sorprendió al ver a su vecino, TaeHyung, allí parado. Realmente el menor no planeaba verle tan pronto.

—¿Sí? —pregunta algo incómodo, ya que su vecino (unos meses mayor que él, según le había contado su madre), le proporcionaba una serena, pero intensa mirada.

El joven de una cabellera castaña, un tono más oscuro que el de JungKook, se toma el tiempo de apreciar sin vergüenza alguna el cuerpo del contrario. 

—Mañana por la mañana vendré para asegurarme de que vayas a la escuela, asegúrate de estar listo. Detesto llegar tarde —dijo secamente, importándole poco que el menor tuviera algún inconveniente con aquello. Dándose la vuelta para empezar a caminar de vuelta a su casa.

JungKook, apoyado en el marco de su puerta, rió levemente.

—¿Sabes? No es necesario que vengas a buscarme, puedo ir perfectamente so—

Se calló algo nervioso, ya que antes de que terminara de hablar, el mayor había volteado para mirarlo de la peor manera posible.

Retomó su postura tratando de mostrarse lo más tranquilo que pudo, no queriendo admitir que la intensa mirada de TaeHyung lo había asustado.

—Quisiera creer eso, pero lamentablemente tal persona es tan patética y descuidada que no es capaz de cuidarse bien a sí misma.

 Lo miró desconcertado. ¿Acaso lo acababan de insultar en su propia cara?

—Si crees que puedes hablarme de esa manera —nuevamente lo que el menor quería decir quedó al aire, ya que repentinamente TaeHyung lo agarró del cuello de la camisa que llevaba puesta, dedicándole una fría mirada—. Pero qué mierda —se quejó, aunque dejando de hablar cuando el mayor posó su dedo índice sobre sus labios, siseando. 

—Te dejaré las cosas en claro desde ahora, pequeño idiota. Tu madre te ha dejado a mi cuidado, creyendo que yo podría cuidarte y asegurarme de que hagas las cosas como tus deberes y que vayas a la escuela —dijo, a la vez que el acorralado intentaba quitar las manos ajenas de su camisa, dándose cuenta de a poco la imposibilidad de aquello, ya que su mayor poseía mucha más fuerza que él. Puso los ojos en blanco y siguió hablando—. Mira, ésto será bastante simple para ti, sólo deberás obedecer a mis ordenes, y con eso me refiero a totalmente todo lo que te diga. Mientras lo hagas, todo estará bien.

JungKook lo miró con desdén, sin poderse creer la irracionalidad de su mayor.

—¿Por qué mierda pretendes que te haré caso? Maldito bastardo —se arrepintió de decir eso último, ya que tras hacerlo recibió un fuerte golpe en su estómago. 

Apretando sus dientes en un esfuerzo de reprimir el dolor. Quedando sin aire de lo fuerte que había sido, deslizándose hasta quedar sentado en el suelo mientras cubría la zona donde lo acababan de golpear.  

—Porque tu madre así lo pidió, mierda mía cómo me encargo de que cumplas las cosas —dijo, mirándolo de manera despectiva desde arriba—. Además, no me agradas, así que será algo divertido —al decir aquello, llevaba una sutil, divertida y burlona sonrisa—. Y te exijo que me trates con respeto, no te vuelvas a atrever a contestarme de esa manera.

El menor levantó su vista, viendo cómo su mayor caminaba de manera tranquila hacia su casa.

Maldito bastardo... Pensó una vez le vio entrar a su casa.

Se encontraba de rodillas en el suelo, aún cubriendo su estómago, esperando que el dolor no tardara en disiparse. Sentía su sangre hervir de la rabia, preguntándose a sí mismo el por qué le desgradaba a su nuevo niñero, si a pesar de que sus madres habían sido amigas desde hace varios años ya, a ellos nunca les había interesado en lo más mínimo serlo.

No permitiré esto. Sentenció mentalmente, y tras tomar una bocanada de aire, se puso de pie para entrar de una vez a su hogar. Subió con gran velocidad las escaleras para ir a su habitación en busca de su teléfono celular.

Editado 13/01/18

Call Me Daddy ➳TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora