Call Me Daddy ➳Taekook

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Ambos chicos voltearon a ver a Jimin sorprendidos, aunque Jungkook por su parte más avergonzado y Taehyung molesto.

—Déjanos a solas, Jimin —más que un pedido fue una orden de TaeHyung.

JungKook seguía aprisionado en la cama por el cuerpo del mayor, deseando que la tierra lo tragara.

—¿Qué no escuchaste bien? La fiesta es afuera, y tú no estabas invitado —espetó el pelinegro.

—Oh, ya veo —dijo Taehyung, sonriendo cínicamente mientras que se ponía de pie—. De acuerdo, no te preocupes, Jungkook y yo podemos follar en casa —Taehyung disfrutó por completo la expresión de su primo al escucharle.

Jungkook agachó la cabeza y pensó que sería mejor no decir nada. Se puso de pie para seguir al mayor y salir de la habitación junto a él.

—Jungkook ¿No quedamos con que te quedarías a dormir conmigo? —preguntó un desilusionado chico.

TaeHyung clavó su mirada en Jungkook.

—Lo siento JiMin, no podré quedarme... —tragó saliva—. Ni tampoco volver a hablarte —dijo, sin siquiera poder mirarle a los ojos, dejando a JiMin confundido y dolido.

TaeHyung sonrió y comenzó a caminar con Jungkook hasta salir de esa gran casa. Abrió las puertas de su auto y se subió junto al menor para partir y dirigirse a su casa.

—Fuiste un buen chico —comentó Taehyung como si estuviera orgulloso, posando su mano sobre una de las piernas del menor.

JungKook, por su parte se sentía incómodo, le era muy raro de repente verle actuar así al mayor y lo tensaba más el sentir cómo acariciaba su pierna. De pronto, TaeHyung aparcó el auto en uno de los estacionamientos en esa vacía calle.

—Los chicos buenos merecen un premio, ¿no? —preguntó TaeHyung, dirigiendo sus manos a los pantalones de Jungkook para comenzar a desabrocharlos.

—¿Q-qué haces? —preguntó desconcertado el menor.

—¿Cómo que qué hago? No seas idiota y no arruines tu premio —dijo, tomando entre sus manos el miembro de Jungkook, haciendo que este se estremeciera.

JungKook comenzó a sentirse raro, su pene comenzaba a endurecerse y dejaba soltar jadeos mientras TaeHyung lo masturbaba. El mayor sonrió ante esto y fue acercándose a su miembro para introducirlo a su boca.

El castaño menor dejó escapar un gran gemido.

—T-tae... —a penas podía hablar debido al placer que le provocaba sentir la cálida lengua de TaeHyung recorrer cada parte de su longitud.

Sin duda, JungKook ya había recibido mamadas antes, pero TaeHyung lo hacía de una manera diferente, sabía exactamente qué puntos tocar y en qué momento hacerlo, provocando que el menor disfrutara de un placer inimaginable.

—E-espera T-taehyung... —pidió—. Me v-voy a venir —logró formular las palabras el menor.

TaeHyung siguió con lo suyo, provocando que así Jungkook se viniera en su boca tras soltar un gran gemido, no dejó caer ni una sola gota y se lo tragó.

• • •

Tras terminar con aquello, TaeHyung se alejó de JungKook para volver a acomodarse en su asiento y retomar el camino a casa. Notó que el menor estaba nervioso y tenso, no se atrevía a dirigirle una sola palabra o mirada. Pero para él estaba bien, JungKook estaba cediendo de buena manera, solo le faltaba manipularlo un poco más para que estuviera completamente a su merced y pudiera hacer lo que quisiera con él.

Se seguía cuestionando a sí mismo el por qué le hacía lo que le hacía al menor, bueno, no se sentía ni un poco culpable, tan solo era raro que le estuviera dedicando tanto tiempo a un niñato. Tal vez solo buscaba a alguien con quien jugar, no a alguien "especial", sabía de sobra que eso no pasaría jamás, pero se conformaba con una mascota solo para él, y la estupidez e incredulidad de Jeon JungKook lo hacían perfecto para el puesto.

Estacionó el coche frente a su casa al llegar, se bajaron del auto y miró a JungKook para que lo siguiera, éste dudoso, pero resignado, se puso a su lado mientras que él abría la puerta de su hogar. Lamentablemente, al hacerlo, notó que tenía visitas esperándolo en casa.

—Ustedes, vagos. ¿Qué mierda hacen acá? —preguntó más que molesto al verlos tan cómodos sentados sobre los sofás de su sala.

—Tranquillo, Tae. ¿Qué tienes en contra de que tus amigos te vengan a visitar? —dijo Kyung Soo amigablemente, luego bebiendo un trago de la botella de vodka que traía en una de sus manos.

De repente, JungKook que se encontraba detrás del mayor se asomó, haciendo que los chicos de la sala se percataran de su presencia.

—Oh, ¿él es el pequeño JungKook del que nos habló Bambam? —preguntó Chanyeol, curioso—. ¿Por qué no lo dejas pasar?

—Él ya se iba —contestó, molesto.

—Vamos, TaeHyung, no seas amargado, nos divertiremos —volvió a hablar Chanyeol, esta vez haciendo pasar al interior de la casa a ambos chicos, cerrando la puerta tras ellos.

El mayor suspiró con molestia, molesto de que hayan jodido su noche. Decidió sentarse en uno de los sofás y se sirvió en una de las copas whisky. Posó su mirada en JungKook quien se veía realmente incómodo y sin saber muy bien qué hacer.

—Vaya, qué tímido —rio Sehun—. Creí que la puta de TaeHyung tendría algo más de iniciativa —terminó de comentar, provocando que el menor tensionara sus puños.

—Yo no soy su puta —dijo con enfado, aún así tratando de mantener la calma.

—Claro, pero aceptas mamársela a él y también a quien te lo pide como a Bambam —Sehun le miraba divertido—. ¿Por qué no vienes y nos haces a todos un poco de lo mismo? Aquí hay muchas pollas que podrás disfrutar, después de todo te encantan, ¿no es verdad?

TaeHyung se acomodó de mejor manera en el sofá donde se encontraba sentado, sacando un cigarrillo de su cajetilla para ponerlo entre sus labios y encenderlo. Tal vez hubiera intervenido en la situación que sus amigos estaban metiendo al menor, pero ciertamente disfrutaba siquiera un poco de ver a JungKook molesto sin poder hacer nada al respecto.