Diva- One shots Frerard

Mi pelo

Gerard:

Pues estaba yo con en casa con mi Frank cuando se me antojó ir al KFC.
Pues como buen novio (bueno, todavía no es mi novio, pero como si lo fuera, es decir, ¡como si no quisiera serlo! Obviamente que quiere, o sea, nadie se puede resistir a mi belleza), me acompañó.

En esto que al salir del piso aparece la puta vieja esa que al verme me pellizca la cara y me dice que estoy muy mayor. Puta vieja, que no envejezco como usted. Al parecer se cree que soy un niño o algo.
En fin, que la vieja esa de mierda va y ME REVUELVE EL PELO diciéndome: ay mi Gee, que ya te estás haciendo un hombrecito.

SEÑORA, YA SOY UN HOMBRE DESDE HACE TIEMPO. O SEA, LE HE DEJADO QUE ME PELLIZQUE LAS PUTAS MEJILLAS SIN RECHISTAR Y AHORA VA Y ME REVUELVE EL PELO.
¿QUE NO SE NOTA QUE HE IDO A LA PELUQUERÍA HACE NADA? O SEA, COMO SI TRAS ARREGLARME ESTE PELO TAN PRECIOSO QUE TENGO QUISIERA QUE VENGA USTED A DESTROZAR EL BUEN TRABAJO QUE HIZO EL MEJOR PELUQUERO DEL PUTO ESTADO DE NEW JERSEY.

En fin, me calmo con las mayúsculas para narrar lo que hice:

Pues como buena diva que soy, aparté mi pelo con orgullo, me lo acomodé como pude y me dispuse a cantarle las cuarenta la puta vieja arrugada esa.

-¡Estúpida!, mi pelo, ¡idiota!

La vieja se me quedó mirando con cara de la bruja de Blancanieves, lo que pasa es que la bruja de Blancanieves es demasiado guapa para ella.

Mi buen Frankie me defendió como buen futuro esposo.

-Estúpida vieja, deje a mi novio en paz, que se ha gastado una fortuna en ese peinado tan fabuloso para que ahora venga usted y se lo arruine.
Vámonos, cariño.

O sea, me llamó su "novio" y me dijo "cariño", perras. A tomar por culo mi pelo, la banda me da dinero suficiente como para ir otro día a la peluquería.
Lo de arruinarlo me había valido para que mi Frankie me dedicara esas bonitas palabras.

Ya nos veo en un futuro con nuestros hijitos y él diciéndome que soy la diva más bonita del universo (cosa que ya sé, pero no pasa nada porque me lo recuerde). Ay, mi Frankie.

Pues por estar pensando en nuestro futuro no me di cuenta de qué pasó, pero sentí sus labios en los míos y yo muriendo de felicidad en ese momento, cuando la puta voz de la vieja me rompió los tímpanos.

-¡Maricones!

-Y con mucho orgullo, homófoba de mierda.- Dijo mi Frankie mientras me tomaba de la mano.- Vámonos, Gee.

Y después, me pidió ser su novio oficialmente en el KFC. Al llegar a casa hicimos destroya y todos felices.
La puta vieja a partir de ahora ni me mira.