Diva- One shots Frerard

El chico nuevo 2

En el capítulo anterior dije que podría ser que aquí hubiese destroya, pues bueno... No diré nada sobre lo que vais a leer.

Pues estaba yo en mi casa y no sabía qué ponerme para ver a Frankie. Le había mandado un mensaje, pero no se lo mandé en cuanto llegué a casa, ya que eso le daría a pensar que estoy desesperado.

La cuestión es que no sabía qué mierda ponerme, y es que estaba entre llevar unos jeans muy ajustados negros o unos vaqueros normales y corrientes, aunque bueno, yo lo que quería resaltar era mi culo... Los ajustados mejor.

En cuanto a camisetas... Quería ponerme una negra, pero es que a lo mejor me hacía parecer muy emo con esa chaqueta de cuero negra que iba a llevar (el cuero es sintético, porque a ver, los animalitos me caen bien), pero luego pensé en que Frank era algo así como un intento de punk y que a lo mejor le ponía que me vistiera de negro, así que me la puse. Lo rematé todo con una colonia de chica (pero es que es muy dulce y me gusta) llamada Eau Du Sass, y Brendon dice que me pega mucho, no sé por qué.

-¡MIKEY!- Yo me comunicaba con mi hermano gritando.

-¿Qué mierda quieres?

-¡Que me voy a follar, no me esperes, no sé lo que tardaré!

-¡No quiero detalles!- A lo mejor pensáis que está mal darle esos detalles a mi hermano de 13 años, pero es que no me importa si se trauma o no.

-¡Que te jodan!- Lo sé, soy un hermano ejemplar.

Andé con todo mi estilo a la dirección que Frankie me envió. Y sí, lo había apodado así, me parecía muy cute, como él.
Finalmente llegué, pegué al timbre y mientras esperaba que me abriera la puerta me puse a pensar: ¿Cómo debería actuar?

Es decir, no quiero llegar y echarme a sus brazos (bueno, sí), me vería muy puta y quiero quedar como una señorita, no me importa lo que Ray me haya dicho que parezco.

La puerta se abrió, dejando ver a un Frank sin camiseta, y joder, esos tatuajes. Cómo me pone este tío, en serio... Yo no quise ser menos y me quité las gafas de sol de una manera sexy, a mi altura, vamos. Luego las dirigí a mis labios y las mordí levemente.

-Pasa.

-Me gusta ese cuadro- Dije acercándome a un cuadro que había al lado de la puerta. Me puse a pensar en lo que el autor quiso representar al-

-¿Vienes a mi casa y te fijas en un cuadro?- En ese momento me di cuenta de lo mal que había quedado al hacer eso.

-Perdón, me dejé llevar. Tu casa es muy bonita.- Dije, poniendo una mano en mi cintura. En ese momento lo escuché susurrar un "diva" casi inaudible.

En un abrir y cerrar de ojos, Frankie me tenía aprisionado con la pared. Me estaba besando y JODER, ¿DE DÓNDE SALIÓ ESTE? O SEA, NUNCA ME HABÍAN BESADO TAN BIEN, Y ESO QUE HE BESADO A GENTE. A lo mejor tengo un ligero problema con las mayúsculas, ahora que me fijo...

En fin, que para cuando quise salir de mi mente, ya estaba tumbado en la que parecía la cama de su habitación, y lo digo por todos los pósters de bandas y películas que vi. También había una guitarra, una Fender para ser más exactos.

Frankie me estaba besando el cuello, y ya estábamos los dos desnudos, no sabía dónde se había quedado mi ropa. Yo tuve una maravillosa idea, y es que mis ideas siempre son geniales.
Cambié de posición y me acerqué a esa bestia que tenía entre las piernas, y bueno, mi boca hizo su labor ahí. Escuché algunos gemidos de Frank.

-¡Frank, me he tomado la última cerveza de tu nevera!- Y de repente un chico rubio con barba y un piercing en el labio inferior apareció en el umbral de la puerta.

-¡Bob, te tengo dicho que no entres a mi casa sin permiso!

-¿Frank, tu primer día en el instituto y ya te estás follando a la perra Way?

-¿Disculpa?- Dije yo, separándome de la intimidad de Frank y encarando al rubio de ojos azules.

-Todos en el instituto te llaman la perra Way. Creo que hasta los pequeños de 13 años lo saben. -Y es que eso explicaba lo de las tres niñas shippers.

-Pero yo no soy...

-Sí que lo eres.

-Arg.

-Bob, ¿te importa irte?

-Vosotros seguid con vuestras cosas, que yo seguiré con mi cerveza.- Dijo el tal Bob yéndose a otra parte.

En cuanto se fue, Frank me tumbó bruscamente en el colchón y me sonrió pícaramente.

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Entré a clases, encontrándome a Pete hablando con Patrick, y yo fui a joderlos y a estropear un momento Peterick, como yo lo llamaba.

-El chico nuevo la tiene enorme

-Buenos días a ti también, Way.

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Hola. Ese puede, o podría, no sé lo que puse en el capítulo anterior se hizo realidad. Bueno, más o menos, ya que no lo terminé del todo, pero PUEDE que en un futuro escriba una escena así pero completa, aunque no lo creo.

Siento que este ha sido como más flojo que los demás, y es que con los otros, cuando los volvía a leer, me reía de lo que yo misma había escrito, y este es... Ñeh.

Y sí, sé que Gerard y Mikey se llevan menos años en la realidad, pero quise hacerlo como un niño pequeño porque quiero y puedo.

También creo que debería calmarme con las mayúsculas, o a lo mejor eso le da un toque de alteración a los pensamientos de Gee... No sé, decidme lo que opináis, por favor.