Colors Witch {Avengers} #WOWAWARDS2K17

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Un mes, un mes desde que llegue a New York. Las cosas han transcurrido de maravilla, los vengadores se habían tomado unas merecidas vacaciones, Tony se había tomado unos días junto a Pepper, Bruce había ido a una convención de nuevos descubrimientos en la bioquímica, Thor se había ido nuevamente a Asgard, todos estaban afuera de la torre, a  excepción de Natasha, Steve y de mí, seguía a cargo de los gemelos Maximoff.

Sus habilidades evolucionaban cada día más, Pietro era todo un atleta, jamás se fatigaba, siempre quería estar corriendo, se había vuelto un combatiente espectacular gracias a la ayuda Clint y Natasha. Estaba teniendo citas, muchísimas. Wanda y yo lo estamos ayudando, bastante.

Wanda, mi hermosa bruja escarlata se había revindicado por completo: su telequinesis estaba a la perfección al igual que su telepatía, mejoraba cada día los juegos mentales, creaba todo tipo de cosas, su imaginación no tenía límites. Ella está descubriendo lo poderosa que es, y eso, me aterra un poco, ya no es la frágil sokoviana llena de miedos e inseguridades.

Habíamos tenido momentos increíbles, salíamos a todos lados, era increíble como puedes empezar a amar en tan poco tiempo. Estos chicos se merecían todo, y yo intentaba darles todo el amor posible, me siento como la hermana mayor, es hermoso.

Clint también aprovechó el tiempo y  fue a visitar a su familia, sabía la falta que le hacía el cariño de sus hijos y decidió vacacionar todo lo que resta de mes. Desde que se fue, no había día en donde no leyese su mente, era como una rutina que cumplía a diario, nos escribíamos a diario pero no era—para mí— suficiente, lo extrañaba, bastante.

—Anna—llamó Steve.

—Hola, ¿qué tal todo?—pregunté, sonriendo.

—Quería proponerte algo—dijo, sentándose a mi lado— ¿Quieres conocer Brooklyn?

Alcé la ceja, él rió un poco. Pensé un poco, ¿por qué no?

—¿Quieres?—pregunta nuevamente.

—¡Claro que sí!­—exclamé, sonriendo— ¿Cuándo partimos?

—El viernes, no está muy lejos de aquí.

Sacó su celular y comenzó a mostrarme algunas fotos de la ciudad, era preciosa, clásica y elegante.

—¡Es espectacular!—exclamé emocionada.

Sin duda, necesitaba despejar mi mente de Clint, neutralizar mis deseos de llamarlo y de irme corriendo hasta donde él se encontraba, respiré profundamente.

—Me hace falta estar por allá—dijo, observando detenidamente la foto—, tú serías una excelente compañía.

Un color rosáceo se pintó en mis mejillas, la verdad es que no tendría nada de malo, estar junto a Steve un fin de semana.

—¿Natasha no va?—pregunté, Steve negó— Está bien.

Esbocé una sonrisa nerviosa, mi cuerpo se tensó un poco. Me levanté y tomé mi chaqueta.

—Iré con los Maximoff a comer pizza, Natasha salió pero no tardará en volver. Vuelvo más tarde, adiós—dije tomando mi bolso.

—¿No quieres que te lleve?—preguntó Steve.

—Tranquilo, estaré bien­—dije sonriendo—. Adiós, Steve.

—¡Adiós!

Sonreí e indiqué a Jar que me dejara en la puerta principal, eran alrededor de las 7pm pero todavía no oscurecía por completo. Quedé con Wanda y Pietro en una famosa pizzería de Manhattan, me decidí tomar un taxi.