Edgar Poe x Louisa Alcott (BSD)

Animo

El hombre de mirada violeta y cabello azabache ahora mismo se encontraba muy ocupado preparando la novela. . . En donde obtendría su venganza contra Ranpo Edogawa, era cuidadoso con cada detalle, este escrito debe ser realmente perfecto para el muchacho Edogawa eso piensa Poe, tanto así fue su obsesión por no cometer errores que se quedo dos noches despierto, escribiendo, corrigiendo, una que otra vez maldice su propio trabajo, pues no le piensa entregar cualquier feo escrito al muchacho de gafas.

Y quien noto el esfuerzo de Poe fue nada menos que la señorita Alcott quien paso de casualidad por la habitación a esas horas de la noche, viendo desde una apertura de la puerta, con una taza de café entre sus manos, pues ella también estaba ocupada con su trabajo, no le quiere fallar al señor Francis, y por eso al igual que Edgar se esfuerza al máximo.

—¡Agh. . . eso es muy predecible!. —Escucha el grito de frustración del hombre quien ya arranca una hoja y la arruga hasta hacerla bola, Louisa ante eso dio un salto mientras se tenso toda vaya que le saco un buen susto, creyó que la había descubierto, mas un suspiro sale de sus labios al saber que no fue así. —Creo que el lo necesita mas que yo.—Murmura para si misma observando la humeante taza, pronto ya toca la puerta medio abierta de Poe, quien se sorprende, preguntándose quien estará levantado a esa hora y tocando a su puerta.

—Pase.—Da la indicación un poco ya mas calmado a diferencia de hace unos momentos.

—He. . . venido a traer un poco de café para que pueda continuar con su proyecto.—Dice la de cabello claro, como siempre susurrando sus propias palabras, menos mal Edgar tiene buen oído y la escucha bien.

—Eh, gracias Alcott.—Es lo único que dice limitándose a mirar como la pequeña mujer deja la taza encima de su escritorio.

—A-Animo Poe con tu novela. . .—Lo apoya con esa oración, alzando uno de sus brazos de manera perezosa y lenta, saliendo rápidamente del lugar, para ya dejar de interrumpir al de cabellera ondulada.

El pronto da un sorbo al café, realmente tiene un buen sabor para el, una leve sonrisa se ve en su cara, vaya que es muy amable la señorita Alcott, piensa el.

Eso que acaba de pasar bien se puede describir como una esposa apoya a su esposo para que siga con su trabajo.

Ya solo se estira un poco de donde esta, y con mas empeño y animo empieza a escribir quien diría que esas solas palabras y un pequeño detalle lo pondría inspirado para seguir y al fin terminar.

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Estoy preparando algo especial, que incluirá otra parejita de BSD ♥