Capítulo 24

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Se bajó del taxi, se puso sus lentes, y se acomodo la chaqueta. ¡Se sentía horrible con el traje!
En realidad, el traje de pingüino -cómo solía decirle él- era lindo y tenía estilo, pero se sentía aprisionado, y atrapado, ¡Nunca le habían gustado esos trajes! Con suerte en su graduación había utilizado uno y a medias porque se había negado a usar esos zapatos que su profesora le había insistido que le quedarían geniales, sorprendiendo así a todos en la ceremonia, cuando fue a recibir su diploma, con sus converse favoritas.


📩 Estoy afuera, Zayn.


Envió el mensaje y segundos después, la puerta se abría y una figura conocida se hacía presente.
Llevaba un vestido corto, de gasa de un color rosa muy pálido y contrastaba con su piel blanca, se veía... Linda.

-Hola amor. -lo abrazó ella -Estás muy guapo -rió, y el no pudo evitar sonreír... Un poco,

-Hola Leah. -habló él también -Estás muy linda también.

-Gracias, -ella le sonrió -ahora entremos, que mis padres están preparando los últimos detalles, la boda se celebrará al aire libre, y luego iremos al hotel San Lucas -si que irían lejos.

-¡Hola señor Collins! -saludó con el mayor sarcasmo de su vida.


*

*



Cruzó sus brazos teniendo cuidado de no quemarse, se apoyó sobre la parte delantera del auto y suspiró estresada. Ni el maldito cigarrillo podía calmarla, y eso le demostraba lo idiota que era, al dejar que las emociones la aprisionaran una vez más.

Ella no sentía nada, había creado una capa de hielo, quizás no muy fina ni muy gruesa, pero lo bastantemente fuerte, para evitar encariñarse con muchas personas y para evitar que alguien la sobrepasara.

¿Qué era la pena?, Qué era la angustia?, ¿Qué era la tristeza y la felicidad?
Dolores de estomago, muy desgarradores.

Esa capa había crecido poco a poco, después de que su padre se hubiera ido, y desde ahí se prometió que nunca se encariñaría con alguien, a veces las personas nos decepcionan y ella no quería eso, no quería decepcionarse más, no quería necesitar ni querer a alguien. Por lo que se extrañaba mucho, al sentirse mal, por estar enojada con Zayn, pero, ¡Nadie tenía el derecho de gritarle! y mucho menos, por ella, por Leah Collins ¡Qué culpa tenía ella de que su novia, fuera tal puta!

-Creo que deberíamos llamar a los bomberos, lanzas humo hasta por las orejas.

La sobresaltó la voz de Phill, su mejor amigo, el único hombre que sabría que no la haría sufrir, no la molestaría por sus actitudes, aunque si la aconsejaría cuando estuviera mal. Bueno al igual que su gemelo, ellos dos eran su vida y sus únicos amigos, aparte de Nay obviamente.

-Que gracioso -gruñó y aspiró un poco el cigarrillo -¡Arregla la llanta! -botó el humo y aplastó, la colilla que le quedaba -si estuviera aquí tu hermano, esto no pasaría.

-Él es sobrenatural -se agachó a la altura del neumático, del auto -yo soy humano.

-Él es más guapo -lo molestó -y mas inteligente -rió graciosa.

-¿Me estas hablando enserio? -la miró -¡Soy igual que él!, soy su gemelo -volvió su vista hacia al frente -y bueno puede que no sea un gran genio.

-¡Claro que no!, ¡Si fueras un genio, ya estariamos en la fiesta! y no estancados a medio de la carretera -suspiró y acomodó su cabello -¿Por qué no vino tu hermano?

Enamórate » ZaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora