Yendo a Jujuy

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Estoy ordenando mis cosas para partir. Mi hermana ordena sus juguetes y su enorme cantidad de ropa. Ya lleva como media hora ordenando toda su ropa.Mientras tanto con mi papá vamos a comprar golosinas para el largo viaje.La verdad es que tiene mucha ropa mi hermanita ya que volvimos y todavía no terminó de empacar sus cosas. En fin, ya pasó otra media hora, son las 7:30, avisamos a mis amigos que salimos, nos juntamos. Y ya estamos listos para partir...
        Una hora mas tarde
Faltan todavía 7 horas para llegar. Con Tomi estamos compartiendo los chicles de menta.
-¿Estan buenos los chicles?—nos pregunta Mati.
-Buenísimos—decimos a la vez Tomi y yo.
Estabamos todos tan tranquilos contando chistes hasta que, rebota el auto  como si de un lomo de burro se tratase y se escucha un chillido muy agudo y desgarrador. Todos nos quedamos perplejos.
-¿Qué fue eso?—preguntó mi papá
-¡Un perro papá!—dijo Agustina enojada.
-No, no puede ser, hija—dijo él—No se vió, y era mas grande.
-Uffff—dije sorprendido.
Gian propuso que paremos el auto a ver que era...
Paramos, y no había nada,ni un rastro de sangre, ni una mancha ni un bache, nada, en la calle, ni en el auto, absolutamente nada. Sorprendidos, seguimos nuestro camino, entusiasmados y asustados. Si no se vió en el momento del accidente ni en la calle ni en el auto. La pregunta es, ¿qué habrá sido?


La Ruta FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora