La Ruta Fantasma

Extraviados

Debatimos que nombre ponerle molesto mounstro, finalmente decidimos apodarle Greich, por sus apariencias físicas y su color de piel.
¿A este ritmo llegaremos a Jujuy?. Bueno lo que sé es que ahora vamos a parar a almorzar, debido a que son las 12:30 y tenemos mucha hambre. Nos bajamos del auto para comer algo, como siempre, con la música de ascensor aburrida del parador. Elegimos algo para compartir, para nosotros, los chicos milanesas, para los grandes, un wok. Comemos nuestra comida normalmente, y con el silencio de la estación. Excepto por los rasguños fuertes que se escuchaban detras de la pared al lado nuestro acompañado de un chillido de aquel mounstro que nos molestó siempre, nos levantamos de nuestros asientos para salir corriendo hacia la salida de emergencia antes de que algo muy malo sucediece. Cuando salimos disparados para salida secundaria destroza la pared con sus garras fuertes y afiladas el tal "Greich". Por suerte no nos alcanzó.
Me confundí, al llegar al auto para volar hacia nuestro camino, el mounstro enorme nos siguió y se posó en nuestro parabrisas. Mi papá lo único que hizo fué avanzar hacia delante, era la única opción que teníamos, seguimos y seguimos hasta que, entre gritos nos estrellamos levemente con un camión, no hubo heridos excepto el Greich, que se fué por un camino distinto al nuestro. Luego del accidente con el camión el auto nuestro saltó hacia los árboles, bajando y bajando por una montaña enorme, finalmente hasta la siferficie plana. El único herido fué nuestro vehículo en el que viajábamos.
-No, no, no. MI AUTOO—gritó mi papá muy enojado—me las vas a pagar.
-Bueno, estamos oficialmente perdidos—dijo con una voz sensible mi mamá.
-Se ve que sí—dije yo.
-¿Por qué nos molesta solo a nosotros?—preguntó al aire Mati.
-Es verdad, solo a nosotros nos molesta—afirmó Gian.
Lo que tenemos que hacer ahora sería sobrevivir hasta que alguien venga a buscarnos.