Capitulo 4

91 12 0
                                    

° Wonderwall °

-Valla, disculpa. Definitivamente no eres Matt, y definitivamente ese insulto no fue para ti.

-Jajaja, tranquila. Kendy, ¿Cierto?

-Hey, ¿Cómo sabes eso?

-Digamos que llegue justo cuando tu novio, o lo que sea ese chico, estaba felicitándote, y fui parte de los que brindaron por ti. Por cierto, es un poco imbécil por dejarte aquí. Además, bailamos anoche y me encargue de que llegaras sana y salva a tu cuarto. De nada, Candy.

-¿Candy?

-¿Lo olvidaste? Cuando me acerque a ti me dijiste Rubio, y en cambio me dijiste que podía decirte como más me gustara. Así que te dije Candy, y te veías muy encantada.

Este hombre tiene una voz increíblemente sexy. Definitivamente su acento es londinense.

-Debo admitir que no lo recuerdo, pero me encanta. Entonces Rubio para ti, y Candy para mí. Prometo que no lo olvidaré ahora.

-Uff, es un alivio.

-Y Matt no es mi novio, es mi hermano, es un poco intenso a veces. Acabas de resolver mi misterio de como llegue a mi habitación anoche. Todo un caballero rubio a mi disposición.

-¿Qué? ¿Cómo que tu hermano? Ayer actuó como un cretino celoso cuando tú y yo estábamos bailando. De hecho pensé que ambos estaban peleados, o algo así.

-Con que a eso se refería ese idiota. Antes de irse dijo algo sobre hacer travesuras. Ya veo que tú, fuiste su travesura. En fin, si es mi hermano. ¿Quieres algo de beber?

-Vine para invitarte un trago, así que, yo me encargo Candy. Ayer fue tu cumpleaños, hoy es el mío.

-No me digas, ¿hoy es tu cumpleaños?

-Así es, que sorpresa ¿no?

-¡Sí!

Estaba completamente encantada viendo como sus labios se movían para hablar y como gesticulaba sensualmente con su mano, mientras agarraba su recién destapada cerveza. Estoy segura de que él no es consciente de lo fantástico que se ve haciendo eso.

Estaba concentrada mirándolo, hasta que me di cuenta que él estaba en silencio, observándome también.

Uh, oh, fui atrapada en el acto.

Nos quedamos unos segundos mirándonos, hasta que el propuso algo interesante.

-Bailemos.

-Sí, vamos.

Me di cuenta que cuando estoy a su alrededor, paso de ser racional, a ser una persona en modo "Si, a todo"

Pasaron horas y nosotros bailando. Mis pies los sentía anestesiados. Hemos bailado electrónica, dance, ¡hasta bachata sensual! y lo más interesante es que el rubio lo sabe bailar todo con un toque tan delicioso.

Todo se tornó romántico, cuando sonaron una especie de versión mas rápida de Wonderwall de Oasis. Automáticamente dejamos de saltar como locos y reaccioné cuando él me tomo de la cintura y empezamos a mecernos como si estuviéramos solos.

Ambos la estábamos susurrando como si nos la estuviéramos dedicando y nos manteníamos observando el uno al otro. Me concentre bastante en su mirada oliva, y descubrí que él no miraba mis ojos, sino mis labios.

Extasiada de la palpable tensión, me acerqué, y lo besé.

Fue lo más dulce que nuestro evidente deseo permitió. Yo tenía el control del beso, y succionaba su labio inferior, al mismo tiempo que mis dedos se fundían en su precioso pelo rubio. Me separe ligeramente de su boca y besé su mentón. La sensación rasposa de su barba creciente fue agradable e hizo que volviera a besarle, pero esta vez sin nada de dulzura.

Cuando nos separamos, decidimos ir a sentarnos.

No sabía que estaba tan agotada hasta que me senté y relaje los pies un momento. Empezamos a bromear sobre que edad el tenia y entre bromas me dijo que era solo un anciano buscando divertirse, me reí tanto que tuve que limpiarme los ojos con una servilleta. Estoy segurísima que él no pasa de los 30.

Nos hicimos algunas preguntas para nada personales, lo cual fue un alivio para mí, y al parecer para el también.

No veía ni rastros de Matt, y Sarah y Nathan estaban bailando aun. En eso ponen una pista bastante movida y mi rubio y yo volvemos a bailar.

Nos la pasamos genial bailando, evadiendo nuestra vida personal, y por supuesto, besándonos.

-Valla, que calor hace aquí. ¿Logras ver la hora?

-Mi querida cenicienta son las 4:38 am, nada de qué preocuparse.

-Waw, ¿Ya recorriste la ciudad?

-Solo un poco, el clima aquí es bastante agradable. ¿Qué te parece que si nos encontramos durante el día en el hotel, saliéramos juntos?

-Me encantaría.

El me acompañó hasta mi puerta y nos dimos un último beso. 

Deseé bastante que saliera el sol, y así encontrármelo por ahí. 

Te Encontraré. *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora