Capitulo 5

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Son las cuatro de la tarde, y Nathan y yo nos dirigimos hacia Winchester, Sarah y Matt, decidieron quedarse en la piscina. Cuando salí al lobby del hotel miré hacia todos los lugares a ver si de casualidad, veía a cierta cabellera rubia, rondar por ahí. Pero, no tuve suerte.

Pasamos la tarde comprando y hablando de que tiene nuevos planes para la empresa y me habló de Sarah, me dijo que le gustaría darle un puesto más comprometedor en la empresa, o sea de que trabajara para él, y no para mí, y de que claro, tendría que ser ese solo trabajo así que debía dejar la guardería.

Al principio me sentí sorprendida y un poco enojada porque en realidad, él me está robando sutilmente mi secretaria, pero luego me relaje y me sentí feliz porque si ella formaba parte del bufete tiempo completo, su paga sería bastante elevada.

Me tiene algo confundida estos cambios entre él y Sarah.

Dadas las seis, Nath y yo decidimos volver al hotel. A pesar de que deseo ver al rubio, estoy demasiado cansada y después de cenar subí directamente a darme un baño y a recostarme un rato.

Desperté a las once, me coloque un vestido suelto y fresco, junto a unas zapatillas no muy altas. Me hice una trenza de lado, un poco de maquillaje y fui al área de la piscina. Por la hora sabía que estaría cerrada, pero también sabía que la luna se iba a reflejar hermosa en el agua. No me equivoqué. Y para completar mi momento de felicidad había una especia de mini bar abierto y la música es bastante agradable.

Decidí pedir un snak y acompañarlo de vino tinto.

No muy lejos de donde estaba, divisé al rubio y a sus amigos sentados en un ángulo, en el que yo lo podía ver perfectamente, pero ellos no a mí.

Su ceño estaba ligeramente fruncido y tenía una especie de tic en el dedo índice con el cuello de su botella.

Pasaron algunos minutos hasta que el mozo retiró mi plato. Al parecer el chico tropezó y se cayó mi tenedor, provocando un leve sonido. Eso captó la atención de algunas personas, entre otras, la mesa en la que estaba el rubio.

Los vi observarme a todos, y luego pararse y venir hasta la barra, donde yo estaba.

-Candy, ¡Hasta que al fin te encuentro!

-Hola Rubio, eso suena como que me estuviste buscando.

-De hecho, sí. Fui a la pista y no estabas, pasé por tu habitación y tampoco, estaba pensando tirar la toalla, hasta que te vi.

-Valla, definitivamente mi caballero rubio.

-No lo dudes. Por cierto, no habíamos tenido oportunidad. Ellos son mis mejores amigos.

-Hola, soy Alex y ella es mi esposa Rosie, por lo que escuchamos eres Kendy.

-Hola, sí, soy Kendy. Un gusto conocerlos.

-Igualmente. ¿Vas a ir a bailar?

-Tal vez mas tarde. ¿Y ustedes?

-Sí, vamos hacia allá. Si decides ir, nos veremos.

-Seguro que sí.

-¿Quieres un poco de compañía, o prefieres la soledad?

-Si es tu compañía está bien, rubio.

-¡Perfecto!

Luego de que Alex y Rosie se fueran, él se sentó junto a mí a ver la piscina y el hermoso reflejo de la luna en ella. Empezamos a hablar sobre cosas triviales, hasta que él se paró y tomándome de la mano, me llevó aún más cerca de la piscina, y se sentó ahí. Al parecer no le importaba arruinar su pantalón, por lo que yo imitándolo me cruce de piernas y me senté.

Te Encontraré. *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora