Capitulo 40

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Febrero 2007. Londres.

Después de cometer muchos errores y darme cuenta que tomé varias decisiones incorrectas en estos últimos meses, medité bastante y descubrí que había caído en un letargo depresivo. Pero claro – no me di cuenta sola – me ayudó un psicólogo y varias salidas con los amigos de Gabriel, Alessandro y Nicolás, además de la nueva versión un poco más madura de Lenna.

Luego de pasar los maravillosos meses de inauguración del proyecto en República Dominicana, descubrí que no me sentía como pensé que lo haría. La satisfacción que pensé que iba a obtener, no la obtuve y empezaron los problemas de inconformidad.

En ese evento Matthew le pidió matrimonio a Jacqueline y luego de la boda en octubre, Matt cumplió su palabra y Chloe fue a vivir con él. Los días siguientes a ese me recubrió una soledad y una tristeza bastante arrolladora, que nunca había sentido y es que nunca me había separado de mi lucecita.

Hunter vino a Londres para las fiestas de navidad, y gracias a las discusiones de meses anteriores y la inconformidad conmigo misma, decidí que lo mejor era concluir lo que habíamos construido. A pesar de que estaba muy dolida por todo, sus palabras me ayudaron a recapacitar – meses después – claro está, a que tenía que adaptarme nuevamente a no tener a Chloe a mi alrededor y a volver a tomar mis decisiones, sabiendo que ya no la afectarían a ella. La forma en la que me dijo esas palabras definitivamente no fueron las mejores, ni en el mejor momento, pero me sirvieron para algo.

Me tomó meses adaptarme a estar sin ella, pero así tenía que ser. Después de todo ella esta con su papá y aunque Mathew y yo, nos hemos alejado bastante, espero que recuperemos nuestros lazos.

Inevitablemente noté que su mirada a estado un poco triste y rehúye de mí. Nathan me dijo que había hablado con él, y le dijo que la forma en la que hizo las cosas no fueron las mejores, pero lo hecho, hecho está.

Sarah pasó conmigo casi todo enero, y me ayudó a darme cuenta de que al fin y al cabo, la separación mía y de Chloe, era inevitable. Tarde o temprano iba a suceder.

Mamá me ayudó muchísimo en estos meses y me recordó que la soledad no es mala, porque ayuda a reconectar con uno mismo. Ahora que ya pasé esa etapa de mi vida, ver las manitas de Chloe pintadas en la pared del departamento, me dan una sensación de paz cuando hace unos meses atrás, me provocaba tristeza.

Estoy consciente de que mi capitulo como madre de Chloe nunca cerrará, porque el vínculo que desarrollamos juntas durante esos ocho años, durará para siempre.

Decidí no perder más mí tiempo en lamentaciones, tengo un proyecto junto a Hunter, al cual dedicarle toda mi energía y tengo una persona maravillosa a la cual debo recuperar, a pesar de haberlo pasado muy mal estos últimos meses.

Nada es perfecto, nuestro amor tampoco pero a pesar de todo, sé que el mejor lugar del mundo, es a su lado.

14 de febrero 2007. República Dominicana.

Creo que tenía años sin sentirme tan nerviosa sobre algo, y es porque nunca se me había ocurrido sorprender a alguien en un día tan especial como este

Le pedí a Miguel que fuera mi cómplice y que se llevara a Hunter todo el día lejos de casa, para yo poder entrar y preparar algo especial. Escucho la bocina del auto de Miguel sonar a una cuadra – como habíamos planeado – e inmediatamente apago las luces y mantengo prendidas unas cuantas velas que están en la cocina.

Escucho la puerta del carro de Miguel cerrarse y su voz al despedirse. Aliso mi vestido por última vez y toco las ondas de mi pelo. Trato de calmar mis latidos y la sensación de hormigueo en mi estómago, tomando grandes bocanadas de aire.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2018 ⏰

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