Una misión

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Finalmente despierto de mi sueño. Estaba recostado en lo que parecía ser un sofá en medio de una casa. Observo a todos lados esperando encontrar una forma de escapar, pero justo en ese instante aparece una mujer de cabello negro.
-¡Hola! ¿Cómo te sientes?-Dice.
-¿Quien eres?¿Dónde estoy?-Pregunto paranoico.
-Me llamo Patricia y estas en mi departamento.-Dice con toda seguridad-Y para responder tu siguiente pregunta. Te encontré en la orilla del mar, sangrando. Yo te cure, soy doctora.
Miro mi cuerpo buscando mis heridas. Todas estaban cubiertas con vendas.
-¿Sabes quien soy?-Pregunto esperando que no me ataque.
-Si. Eres el famoso criminal.
-¿Entonces por que me tienes aquí?¿Por qué me ayudaste?.
-Por que sé que eres una buena persona. Piénsalo, si fueras malo ya me hubieras asesinado.
Le observo unos minutos más su rostro, miro mis heridas y me levanto con un poco de dolor sentándome en el sofá.
-¿Cuanto tiempo ha pasado?-Pregunto mirando la ventana. Estaba el sol brillando.
-Creo que casi 13 horas.-Responde yendo a su cocina.
Me paró rápidamente para ir a enfrentar a Arthur, pero Patricia me detiene.
-No puedes irte. Estas muy malherido.
-Debo hacerlo. Voy a detener a Arthur Stone.
-¿Él te disparo?-Dice con seriedad.
-Si...
Al terminar nuestra conversación va a su ropero y saca una camisa verde.
-Toma, pontela y vas.-Dice mostrándome la camisa.
-Gracias-Recibo la ropa.
Me visto velozmente para salir lo antes posible, posteriormente estoy completamente listo y le hablo una última a vez a Patricia.
-¿Tienes algún arma?-Ella me mira con preocupación-Tranquila, no voy a hacerte daño a la persona que me salvo la vida.
Patricia se dirige a su cuarto y saca un revolver. Observo el arma y me acuerdo de lo que ocurrió con la señora Holson, pero ella me mueve un poco sacándome de mi perdido recuerdo. Tomo el arma y salgo del lugar. Bajo las escaleras con rapidez, llego a la calle y me encuentro con toda la gente. De repente aparece una camioneta negra, de esta salen 5 hombres con palos como arma. Yo me Alejo y saco mi arma.
-¡¡Vayan por la chica!!-Dice uno de los hombres.
3 de los hombres me rodean y los 2 restantes entran al edificio, y los veo irse de mi vista.
Uno de los hombres me golpea el estomago haciendo que me cueste respirar, los demás me golpean en la espalda. Posteriormente preparo mi arma y le disparo a uno de los hombres, le doy un puñetazo a otro y una patada al restante. Logro alejarlos de mí para que yo retroceda, les apunto con mi arma cuando vuelven en sí, me miran con terror, le disparo a uno y el otro corre hacia mi poniéndome su arma en mi cuello haciendo que me cueste respirar, preparo mi revolver, pero golpea mi mano haciendo que suelte me arma. Mi enemigo me ahorca aun más fuerte hasta dejándome casi sin respirar, lo observo con ira y le doy un rodillazo en la entrepierna, un puñetazo y una patada dejándolo en el suelo debilitado. Levanto mi arma y le apunto.
-¿Quien te envió?-Pregunto preparándome para disparar.
-¡No te diré!-Responde.
Le pongo el arma en la frente.
-¡¡Dime!!-Lo golpeo en la cabeza.
-De acuerdo. De acuerdo. Me envió Arthur.-Dice con temor.
Me enfado con lo ocurrido, miro los cuerpos de los maleantes, miro a mi combatiente y le disparo dejándolo en el suelo. Observo por donde se habían ido los demás enemigos y decido salvar a la mujer que salvo mi propia vida, sabiendo que era peligroso.

Una vida en la sombraWhere stories live. Discover now