Una vida en la sombra

Un simple y corto recuerdo

Mis ojos se abren lentamente, estaba apoyado sobre una mesa de madera lisa, habían papeles de exámenes escolares encima, justo al lado mio. Empiezo a mirar a mi alrededor, el lugar en el que me encontraba era una sala de clases, al frente mío se veían niños y niñas de unos 13 años mirándome con una sonrisa larga en el rostro.
-¿Esta bien maestro?-Pregunta una chica de la primera fila.
-Si...emm...¿qué me paso?-Pregunto quitándome la baba del rostro.
-Se quedo dormido mientras hacíamos una actividad.-Dice un muchacho de la tercera fila.
Empiezo a recordar, yo era un maestro de Lenguaje, le enseñaba a niños de básica.
-¿Todo fue un sueño?-Me pregunto en mi mente.
Observo nuevamente a mis estudiantes. Al instante suena la campana de fin de clase, los jóvenes dejan sus cuadernos y estuches cerrados encima de sus mesas, se levantan casi simultáneamente y se van.
Yo igualmente me levanto de mi asiento, me veía bien vestido, tenia un traje negro con corbata roja y camisa celeste.
-Esto...eras tú-Dice un ultimo alumno.
-Disculpa. ¿Cómo te llamas?-Digo preocupándome y acercándome a él.
-No importa mi nombre. Lo que importa eres tú ¿no?.
Doy un paso y de repente las luces se apagan, quedo en una gran oscuridad. Camino sin siquiera ver hasta llegar a la puerta del salón, tomo la perilla, la giro y salgo del lugar.
En el pasillo de afuera estaba igualmente oscuro, sin ninguna pizca de luz. De repente se prendé una luz al centro de todo el pasillo, camino lentamente hacia ella hasta estar debajo de la iluminación.
-¿Por que no terminas con todo esto de una vez?-Dice una voz en la sombra.
Al terminar de hablar aparece de la nada una pistola en mi mano, la miro un instante pensando en si debería terminar con mi vida. Pero, no puedo, mucha gente se sacrificó para que yo viviera, para que yo...terminara con la vida de Arthur.
Lanzo la pistola hacia un lado, observo la oscuridad con odio y de esta aparece el ser que me atormento antes, la Muerte.
-Lo sabia. Eres muy divertido-Dice-Pero todo termina en un momento.
La Muerte saca un revolver de su túnica, me apunta con este y dispara a mi pecho, la bala atraviesa todo mi cuerpo y caigo al suelo mirando la única luz que estaba ahí. El dolor es indescriptible, siento mi sangre escurrir por mi cuerpo hasta el suelo, La Muerte me observa con sus negros y vacíos ojos.
-...Sobrevive ante mi...
Lo recuerdo todo, la Muerte fue la causa de que todos a mi alrededor murieran. Me levanto con ira, observo a mi enemigo, a sus vacíos hoyos de su blanco cráneo y le doy un puñetazo, pero la Muerte lo esquiva con agilidad, corro hacia él decidido a destruirlo, me detengo quedando frente a frente con el ser que me atormentaba y le soplo logrando que este se haga polvo.
Se había ido, ya nada me hería, pero de repente aparecen orificios de balas en las zonas en que me había disparado Arthur. Caigo al suelo nuevamente y veo una figura recogerme hasta que la última luz se apaga.