Atrapado.

Capítulo I

Todos los derechos están reservados al autor DJ Manly, yo sólo me dedico a adaptar la historia.
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Si podía morir en cualquier momento, quería vivir la vida al máximo. Era un cliché, pero era uno que había funcionado bien para él hasta ahora. Y al igual que uno de sus ex amantes le había dicho una vez: "¿por qué no?, sin duda tienes el equipo para ello". Choi SeungHyun nunca pensaba en la muerte, ni siquiera cuando había estado bajo asedio en ese almacén con disparos y explosiones por todas partes. Uno de sus compañeros policías se agachó a su lado, le dio a SeungHyun una mirada, y dijo—: Este podría ser nuestro final— y SeungHyun pensó, "no hoy". —Vamos a salir de aquí. Cúbreme.

Había conseguido salir del almacén, sin saber, o querer saber, lo cerca que había estado. Nunca pensó en la muerte, pero tampoco pensó en el amor. Aventura y riesgo eran parte del bagaje del héroe, ¿no era así? Eso es lo que conseguía dejándose llevar por la adrenalina. Eso es lo que lo llevó a convertirse en policía, en primer lugar, y ver cómo su padre desperdiciaba su vida.

Lo promovieron a detective hacia dos años a la edad de veintisiete. Desde entonces, había ido de una misión encubierta a otra. Aunque su objetivo principal era siempre la captura de su presa, de alguna manera siempre encontraba un poco de tiempo para participar en algunas sesiones de sexo caliente. El sexo con extraños, extranjeros que no tenían que devolver la llamada, o preparar el desayuno de la mañana era el mejor. Encubierto y anónimo, con una identidad inventada... mierda, ¿qué podría ser mejor? De hecho, era casi malditamente perfecto.

La mezcla de los atractivos genes de sus dos padres le daban a Choi SeungHyun una combinación letal de ojos oscuros y pelo del mismo color. Alto, esbelto, musculoso, su trabajo le exigía mantener su cuerpo en óptimas condiciones físicas. Era un beneficio adicional, él era un hombre que cualquiera querría... a veces incluso los que se declaraban heteros.

Su trabajo le permitió dedicarse a trabajos riesgosos que muy pocos podían realizar. Además de otorgarle carta blanca a todo lo que quisiera sin tener que lidiar con toda la mierda, se entregaba a su talento para la actuación. Había suplantado a ejecutivos, camioneros, buzos, bailarines exóticos, y buscavidas callejeros. Había saltado de aviones y motocicletas, moviéndose a velocidades imposibles. Incluso había estado en un ring de boxeo.

Le encantaba todo, a excepción de lo que estaban tratando de imponerle ahora, ir a un concierto simulando ser el guardaespaldas del nieto de un jefe del sindicato.

—Tiene que haber una mejor cobertura que ésta —declaró SeungHyun, despatarrado en una silla frente al escritorio de su teniente.

—¿De eso se trata?— se burló Lee SeonWoong, arrastrando los pies alrededor de su escritorio lleno de gente. Miró el reloj de pared. —¿A las 5 cinco de la mañana estás en mi oficina quejándote de tu cobertura? ¿No puedes dormir, Choi?

—El sueño está sobrevalorado, y quería que este pequeño asunto quedara resuelto antes de que usted y la "señora Teniente" despegaran a algún lugar cálido con arena para las fiestas. ¿Cuándo se van?— SeungHyun puso sus pies en alto en el escritorio de Lee.

—Mañana— respondió el teniente y se acercó para empujar los pies fuera de la mesa.

—Vamos, teniente— se quejó Choi, sentándose. —Kim lo estará sustituyendo durante las vacaciones.

Lee sonrió. —Sí, va a quedar a cargo.

—El tipo definitivamente no me gusta.

—¡Cierto! De hecho, Kim no te soporta. Por supuesto, tal vez si dejaras de llamarlo idiota cada vez que crees que no puede escucharte, ayudaría.