Louis tomaba una cerveza, a su lado estaba Zayn, su mejor amigo y quien lo había presentado con Harry.
Su esposo jugaba en el jardín con sus pequeños mellizos y con los niños de Niall y Zayn. El rubio preparaba un pastel en la cocina.
El ojiverde reía mientras balanceaba el columpio de Amy, la pequeña hija de Zayn. Sus bebés estaban en la caja de arena jugando con el otro hijo de su amigo.
Harry voltea su mirada y le sonríe dulcemente, Louis le devuelve el gesto forzadamente. El semblante de Harry cae y sigue jugando con los niños.
—¿Cómo va todo, Louis?—pregunta su amigo palmeando su espalda.
—¿A qué te refieres con "todo"?
—A tu matrimonio...con la llegada de hijos cambia todo.
—Normal, como debe ser.
—Un matrimonio no debe ser normal, Louis. Un matrimonio debe ser feliz, por ambas partes.
—Estamos bien, Zayn.
—En los ojos de Harry se ve otra cosa.
—El brujo te dicen.
—Es en serio, Louis.
—No es tu responsabilidad.
—Yo los presenté, no podría vivir sabiendo que uno de mis dos amigos es infeliz cuando yo hice que se conocieran.
—Bueno, estás totalmente errado...Harry nunca se a quejado.
•••
Como cada lunes a las 8 de la mañana en punto, Harry salió de su casa a recoger el correo del buzón. Sus pantuflas se mojan un poco pues llovió la noche anterior, inhala feliz el olor del césped húmedo y la tierra mojada. Saluda a su adolescente vecina, la chica ha cuidado de sus hijos algunas veces. La pelirroja le sonríe y alza su mano siguiendo su camino.
Cuando llega al buzón saca todos los sobres, está el recibo de la tarjeta de crédito. Unos sobres amarillos del trabajo de Louis, una carta de su madre y un sobre morado.
Harry frunce el ceño al leer su nombre en perfecta letra cursiva.
Camina dentro de su casa, sus hijos aún estaban durmiendo y empezaría a preparar su desayuno.
Se sienta en uno de los banquillos de la barrita de mármol verde y abre el sobre. El olor a violetas inunda su nariz y sonríe.
Te quiero de una
forma tan especial
que no hace falta
ni verte ni tocarte
para que mi cariño
crezca...Solo basta
cerrar mis ojos y
saber que existes.Atte: tu amor secreto.
El ceño de Harry se frunce pero hay una hermosa sonrisa en su rostro, lee nuevamente la carta y da un salto cuando siente un carraspeo.
Observa a su esposo parado con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—¿Qué es eso y por qué huele tan mal aquí?
—N-no es nada—se apresura a decir guardando el sobre en su pantalón—es un perfume que compré hace poco.
—Primero tienes que ducharte—dice Louis caminando a la barrita—¿y el desayuno?
—Y-yo...uh...y-yo...
—Olvidalo, como algo afuera. Regreso a cenar.
Harry asiente esperando un beso que nunca llega, escucha la puerta cerrarse y el auto marcharse.
Saca de nuevo el sobre llevándolo a su nariz y sonriendo.
Nada, ni el mal genio de su esposo, borró la sonrisa del rostro de Harry en todo el día.
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Violetas|Larry|
Fanfiction¿Quién es aquel que pinta una sonrisa en el rostro de Harry?