4| No fuiste tú el problema

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Omnisciente

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Omnisciente

Haruka se encontraba conduciendo por la vialidad mientras Michiru iba detrás con Serena recostada en sus piernas, la peliverde pasaba sus dedos con delicadeza entre los cabellos de la joven quien se encontraba en total silencio.

—Te llevaremos a tu casa, tus padres están preocupados por ti —le dijo Haruka a Serena mirándola a través del espejo retrovisor.

—¿Puedo quedarme con ustedes por hoy? —Preguntó mirando el asiento. —No tengo muchos ánimos de estar en casa y mucho menos decirles lo que paso.

—Pero ellos están preocupados —le dijo Michiru algo preocupada por los padres de ella.

—Más se preocuparan si saben la tontería que hice —musitó Serena para morder su labio —no quiero que papá ni Sammy se tengan que frenar más en sus planes, los retrasaron por la boda y ahora esto.

—¿Cuales planes, cabeza de bombón? —Le preguntó Haruka interesada.

—Hace un mes a papá le ofrecieron un trabajo en Osaka mientras que a Sammy lo aceptaron en un colegio en Shibuya, no quiero que por mi dejen esas oportunidades, así que por favor no digan nada —les pidió Serena cerrando sus ojos.

—Entonces iremos al departamento y le llamarás a tu madre explicándole que estarás con nosotras hoy, además Hotaru tiene muchas ganas de verte —le dijo Michiru mientras le sonreía dulcemente a la rubia, después de eso, Michiru y Haruka se vieron a través del espejo retrovisor.

[...]

Cuando llegaron al departamento, Serena entró junto a Michiru mientras Haruka metía el auto al garaje, al entrar al departamento fueron recibidas por Hotaru.

—Mamá Serena —dijo la pelimorada la cual abrazo a Serena fuertemente, a lo que la rubia le correspondió.

—Hola, hermosa —le saludó la rubia para después ponerse a la altura de Hotaru y puso su mano en su mejilla —¿Estuviste llorando?

—Ella a estado preocupada por ti —le sonrió Setsuna de manera maternal llegando con ellas.

—Perdón por preocuparte preciosa, te prometo que no volverá a pasar ¿Qué te parece si tu y yo jugamos unos videojuegos? —Hotaru asintió feliz, tomó la mano de Serena y ambas se metieron al cuarto de la joven, en eso Setsuna se acercó a Michiru.

—¿Qué fue lo que paso? —Le preguntó Setsuna a Michiru quien suspiro.

—Ella... le prendió fuego a su vestido de novia y al departamento en el que iban a vivir estando ella dentro —susurró Michiru con seriedad cruzándose de brazos.

—¿Ella trató de...? —Preguntó Setsuna algo temblorosa.

—Así es —dijo Haruka entrando a la sala —pero debemos confiar en que no lo volverá hacer.

—¿Le avisaste a sus padres que se quedaría aquí hoy? —Preguntó Michiru a Haruka.

—Si, me dijeron que no había ningún problema y que ojalá pudiéramos lograr que ella comiera algo ya que desde ayer no a comido nada —Haruka soltó un suspiro colocando sus manos en los hombros de Michiru.

—De seguro Hotaru logrará que coma —les dijo Setsuna brindándoles una sonrisa.

—Hablando de comida, iré a hacerla —comentó Michiru quien se dirigió a la cocina.

—Yo te ayudaré —le dijo Setsuna siguiéndole —por cierto Haruka ellas están en el cuarto de Hotaru —Haruka asintió y se dirigió a la habitación, al entrar vio a ambas jugando.

—Eso no es justo, Hotaru, tu me volcaste —dijo la rubia haciendo un puchero, Hotaru sólo reía a carcajadas.

—Tu te moviste muy lento, no fue mi culpa —reclamó la pelimorada con diversión.

—Si te conviene no tener la culpa —le dijo Serena revolviendole el cabello.

-Pues ahora yo también jugaré para que vean quien manda —le dijo Haruka a ambas las cuales hicieron un puchero.

—¡No! Luego nos ganarás —Haruka sólo río a carcajadas al ver la reacción de ambas, en eso Michiru entró al cuarto.

—Basta de juegos —intervino Michiru con una sonrisa —es hora de comer —Serena volteó su vista a otro lado —anda, Serena, debes comer algo, llevas día y medio sin comer —le dijo Michiru con preocupación.

—Mamá Serena ¿comerás conmigo verdad? —Le preguntó Hotaru haciéndole una carita de cachorro, Serena suspiro para después asentir —¡Yei! —Hotaru la tomó de la mano y fueron hasta el comedor, las cinco se encontraban sentadas en la mesa.

—Espero y te guste, Michiru y yo lo preparamos —le dijo Setsuna con una sonrisa a la rubia quien sólo le asintió sonriéndole.

[...]

Así paso la hora de la comida con suma tranquilidad, después de eso Serena y Hotaru se mantuvieron jugando toda la tarde en donde a veces las otras también se involucraban en los juegos de ambas, ya luego llegó la noche, Setsuna entró al cuarto donde dormiría Serena a la cuál vio que estaba sentada en la orilla del de la ventana viendo hacia el cielo.

—Hoy la noche esta muy bonita —le dijo Serena sonriendo de lado.

—Así es, es hermoso poder contemplar la belleza de la noche- —le dijo Setsuna con una leve sonrisa.

—¿Crees... que habré sido yo el problema? —Preguntó de pronto con su gesto serio mientras desviaba la mirada hacia Setsuna quien sin decir nada se sentó en la cama, Serena de igual forma lo hizo sentándose a su lado y Setsuna le tomó ambas manos.

—La respuesta es no, esa es la respuesta para mi —le respondió la morena.

—¿Por qué? —Le cuestionó Serena —¿Por qué esa es la respuesta para ti?- volvió a cuestionar con un leve temblor en su voz.

—Porque soy testigo de todo el amor que le demostraste, soy testigo de que te sacrificabas por él sin pensarlo, porque sé que tú le amabas aún pese a las malas circunstancias, tú le entregaste todo, le diste todo así que no digas que fue por ti, la verdad es que el perdió a alguien muy valiosa que no podrá recuperar por su egoísmo.

Serena con lágrimas en los ojos abrazó fuertemente a Setsuna, después la rubia se recostó en la cama mientras Setsuna le acariciaba la cabeza arrullandola, hasta que Serena se quedó dormida, la morena tapó con la cobija a la chica y salió de la habitación.

[...]

El Dia Que La Novia Lloró Donde viven las historias. Descúbrelo ahora