El Dia Que La Novia Lloró

Epílogo: Siempre hacia adelante

Un pequeño niño de cinco años de ojos verdes y cabello rubio corría por los pasillos de un departamento hasta llegar a una habitación, al entrar se topo con una mujer rubia de cabello hasta los hombros y ondulado con un notorio embarazo de 8 meses máximo, el pequeño se lanzó a los brazos de ella.

—Izumi, recuerda que no debes correr por los pasillos —le dijo la mujer con dulzura.

—Mami, ya quiero ir con mis tías —un hombre de ojos verdes y cabello castaño entró a la habitación- ¡Papi! —el hombre alzó a su hijo en brazos.

—Serena, amor —le llamó —¿Segura que no quieren compañía? —Le preguntó el castaño a la mujer.

—Kouta, amor, te aseguro que esta bien, además... —la rubia se levanto y beso la frente del niño —mi hermoso príncipe me cuidara ¿verdad, hijo?

—¡Si, mami! —El pequeño se bajo de los brazos de su padre y abrazó el vientre de su madre —y también cuidaré de mi hermanita —Serena acaricio la cabeza de su hijo sonriendole con ternura.

—Esta bien, pero no tarden mucho mis amores —se acerco a Serena y le besó, después de eso se retiró, Serena tomó su bolso y salió con su hijo del departamento.

Al salir se encontraron con el auto de Haruka, el pequeño al verla corrió a sus brazos.

—Hola, campeón —le saludó frotando su nariz contra la del pequeño quién se río por la acción —¿cómo esta mi guapo? —le preguntó bajándolo y dándole un beso en la mejilla a Serena —hola, cabeza de bombón.

—Haruka ¿cuando dejaras de decirme así? —Cuestionó con diversión la rubia mientras subían los tres al auto.

—Deja pensarlo —la rubia ceniza se coloco en posición pensativa —nunca —Serena riendo rodó los ojos, después de eso se fueron directo al templo Hikawa donde pasaron la tarde en reunión.

[...]

Ya que se fueron del lugar Serena decidió llevar a Izumi a jugar al parque, mientras de paso le llamó a su esposo para que estuvieran un rato juntos, ella se quedo en una de las bancas mientras observaba al pequeño jugar con otros niños en los columpios.

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—¿Serena? —Una voz masculina hablo a sus espaldas, la rubia se levanto de la banca para voltear hacia atrás topándose con la mirada zafiro del hombre.

—¿Chiba? —El hombre fijo su vista en el vientre de ella, a lo que la rubia colocó su mano sobre su vientre de manera protectora.

—Veo que... hiciste tu vida —dijo muy neutral el pelinegro a lo que Serena se puso seria.

—Era lógico que lo hiciera así como tu lo hiciste, ahora debo irme —ella se dio la vuelta pero le tomo del brazo y la hizo voltearse hacia él —Chiba, suéltame.

—Dejame decirte algo, después te soltaré —la rubia alzo una ceja —de verdad lamento mucho lo que paso ese dia, quiero disculparme por lo que paso aquella vez, la verdad es que deje ir a quien de verdad le importaba —habló con remordimiento, Serena se zafó de su agarre.

—Chiba, ahora todo eso ya no importa, lo único que se es que tu me engañaste con Mimori sin consideración, saliste de mi vida y la peor manera fue dejarme plantada en el altar. Yo te ame como no lo había hecho, fuiste mi primer amor, cada que revivía tu recuerdo me mataba por dentro, pensar que me habías olvidado era una apuñalada en mi corazón ¿sabes?, nadie sabe lo que tiene hasta que al final lo pierde y tu no supiste ver eso.

—Y creeme que me arrepiento y me arrepentiré toda la vida.

—Lamentablemente ya no sirve de nada arrepentirte, me perdiste, echaste a la basura todos los recuerdos  te deshiciste de todo ese amor que nos jurábamos, ahora Chiba soy feliz. Tengo un esposo que me ama, tengo a mi familia y amigos que me apoyan —Izumi llego corriendo y abrazó a su madre de forma protectora.

—¿Quién es él, mami? —Preguntó el niño un tanto molesto.

—Nadie mi amor, solo un viejo conocido que ya se iba —Darien observo al niño para después dirigir su mirada a Serena luego se dio la media vuelta y se marchó, después de eso llego su esposo y convivieron un rato para después irse a su departamento.

[1 mes después, 30 de junio]

Serena se encontraba con una pequeña bebe en brazos, la arrullaba con delicadeza y amor, sus amigas entraron a verla junto a Izumi, al ver a la pequeña vieron su hermoso cabello rosa y ojos escarlata, Hotaru se tapó la boca y lágrimas empezaron a salir de su rostro, Michiru cargó a Izumi para que conociera a su hermana.

—Denle la bienvenida a Serenity Lucille —dijo  Serena con ternura para después ver a sus amigas e hijo con calidez.

—Mamá Serena ¿puedo...? —Preguntó la joven Hotaru nerviosa.

—Sabes muy bien que si —le respondió Serena con una sonrisa, la joven tomo entre sus brazos a la pequeña.

—Después sigo yo de mi hermana Hotaru, mami —dijo el pequeño Izumi poniéndose a un lado de Hotaru, Serena solo asintió.

—La pequeña dama estará con nosotras —le dijo Setsuna sonriendole a la rubia a la cual le tomo la mano.

—Si, así es —dijo mientras veía como su hijo cargaba a su pequeña hermana mientras era ayudado por Hotaru, Kouta entró y besó a su esposa mientras cargaba a su pequeña hija, al final fueron regañados por no haber respetado el turno de visitas, Serena sólo podía reír ante eso y abrazó a su pequeña niña.

[...]

El amor lo puede y lo vence todo.
No siempre el primer amor será el verdadero a veces el verdadero suele ser el último.
La luz de luna es el mensaje del amor.

Abrazos psicológicos y nos leemos en mis otras historias💕