El Dia Que La Novia Lloró

7| "Los declaro, marido y mujer"

[21 de Mayo]

Serena tenía rato de haber llegado de unas compras que necesito hacer debido a un viaje que iría con su familia, miró las bolsas que contenían lo que había comprado mientras estaba sentada en la orilla de su cama con el celular en la mano, dejo el celular en el buró para ir por dichas bolsas y dejarlas en la cama. Serena se dirigió a su closet,  con la silla de su tocador se subió para bajar una maleta la cual abrió sobre la cama.

—Bien, mientras más pronto la haga menos tendré que estar presionada —murmuró para dirigirse a su closet y empezar a sacar varios conjuntos de ropa —creo que debería de llevar los dos pijamas —se dijo a si misma removiendo alguna ropa y otra lanzándola sobre la cama que después doblaría para guardar en la maleta —creo que ellos están más emocionados por esto que yo —masculló con burla agachándose sacando algunos zapatos, de pronto, notó al fondo del closet una pequeña caja que reconoció rápidamente —lo olvidé —murmuró haciendo un esfuerzo por tomar la caja y sacarla, se levantó mientras la observaba —ese día sólo deseché lo que tuve a mi alcance —musitó dirigiéndose a su cama donde movió algunos trapos para sentarse, suspiro para después abrirla —había guardado algunas fotos, junto al collar del día de los enamorados —con tristeza removió las fotos para llegar a una, la cual observó con cierta pena. —Lo que mas me pesa de todo esto es saber que ya no estarás conmigo, desastre de color rosa —una lágrima recorrió su mejilla mientras sonreía con tristeza —creo que, quizás en otro tiempo u otra vida, si podamos de verdad ser familia —volvió a meter la foto a la caja para cerrarla, se levantó y la tiró en el cesto de basura, se acercó a su tocador y tomo un encendedor que tenía guardado en un cajón, con eso le prendió fuego a la caja que empezaba a consumirse con lentitud, Serena guardo el encendedor para después abrir la ventana de la habitación —bien, ahora debería continuar con lo que hacía —se dijo a si misma tomando el vaso con agua de su buró para echarle el líquido al cesto apagando el fuego.

—Serena hija, hice galletas ¿quieres comer con nosotros? —Le llamó Ikuko desde el otro lado de la puerta a lo que Serena sonrió.

—Claro que si, mamá —la rubia abrió la puerta encontrándose con su madre a la cual abrazo y asi se fueron al comedor para estar con su padre y hermano.

[...]

[4 semanas después]

Serena se encontraba en su habitación, ella acomodaba varias fotos en su tocador de ella y las chicas, después del pequeño viaje que tuvo con su familia sus amigas la habían sacado a todas partes debido a las vacaciones, además de que el notorio objetivo de sus amigas era subirle los ánimos, de pronto recibió un mensaje a su celular el cual era de una compañera de clase.

"Hola señorita Tsukino, solo quiero avisarte que hoy se casa Mimori, todas las del salón iremos y queríamos saber si asistirá"

"Hola señorita Momomiya, disculpa, ¿en donde sera?" —respondió.

La chica le mando la dirección del lugar a Serena quien se miro al espejo por unos segundos para después dejar el celular en el tocador y fue a bañarse.

[...]

Serena se colocó un hermoso vestido corto negro con escote, se hizo una coleta de caballo, tomó su celular para lanzarlo a su bolso, abrió el cajón y tomó la pequeña caja que estaba ahi guardada y la hecho al bolso también, por último tomo unos lentes de sol y salió de la casa despidiéndose de su madre diciéndole que mas tarde volvería.

[...]

La rubia tomó un taxi donde le indicó al chófer su destino, cuando bajo del taxi saco aquel anillo y lo coloco en su dedo anular después suspiro para comenzar caminar.

Al llegar vio como Darien y Mimori se encontraban en el altar siendo bendecidos por el sacerdote, habia algunas personas, ella se paro a unos metros frente a ellos, justo en el camino que recorre la novia, Mimori fue la primera en voltear después de Darien, la rubia se quito los lentes con elegancia dejando ver sus hermosos ojos y empezó a caminar hacia ellos dos mientras todos la miraban.

Mimori la miraba con confusión y algo de miedo, no sabia lo que ella haría, Darien solo estaba petrificado, ninguno podía separar la vista de la rubia quien cuando ya estuvo frente a ellos volteo a verlos a ambos, después lentamente se quito el anillo de su dedo, con una mano sostenía el anillo y con la otra tomó la mano de Mimori la cual no se opuso ni nada, la rubia le coloco el anillo a Mimori encima del otro, después le devolvió la mano de ella a Darien.

—Yo los declaro... —dijo viendo a Darien- marido y mujer —volteó a ver a Mimori —puede besar a la novia —una lágrima recorrió por la mejilla de la rubia, ambos la vieron con seriedad, ella simplemente volvió a colocarse los lentes y camino directo a la salida con un porte de elegancia, ninguno de los presentes podía apartar la vista de aquella chica.

Serena se dirigió a tomar el primer taxi con el que se encontrara para dirigirse a casa mientras secaba las lágrimas de sus mejillas.

[...]

[1 semana después]

Serena corría rápidamente por el parque, llegaba tarde para ir por un encargo de su madre, iba tan deprisa iba que ocasiono que chocara con una persona  lo cual hizo que ambos cayeran al suelo, la rubia colocó su mano sobre su adolorida cabeza.

—¿Estas bien? —Le preguntó el desconocido a lo que la rubia alzó su vista encontrándose con la mirada de un chico castaño de ojos verdes que le veía preocupado.

—Si, estoy bien — ella le sonrió, él le tendió su mano para ayudarla a levantarse —perdón, soy una torpe no vi por donde iba.

—No te preocupes, yo tampoco mire por donde iba —él igualmente le sonrió a la rubia, Serena se sonrojo.

—Enserio, lo siento —ambos notaron que aun seguían tomados de la mano a lo cual se soltaron rápidamente y provocó un sonrojo más intenso en ambos —soy una despistada, por cierto mi nombre es Serena.

—Un gusto, Serena, mi nombre es Kouta —le sonrió con simpatía a la rubia mientras extendía su mano.

—Es un placer conocerte, Kouta —le dijo estrechando su mano.

—Creeme que el gusto es mio —ambos separaron sus manos —veo que ibas a un lado ¿quisiera compañía, hermosa dama? —Serena solo se río.

—Creo que estaría bien —le respondió sonriendo, ambos empezaron a caminar al lugar a donde se dirigía la rubia mientras empezaban a hablar.

[...]

Después de la tempestad viene el arco iris, después del dolor viene la felicidad. Todo sucede por algo.
El destino te quita para darte algo mas valioso y esto fue...

El dia en el que la novia lloro.