the revolution of my heart

Libertad.

Lo que un día fue una escapada de la realidad ahora me conduce a ti.

El rocío de la mañana hace volar mi imaginación allí donde las gotas de agua rodaban a través de tu cuerpo, en la única y primera vez que fuimos tan vulnerables; y veo tu esbelta silueta en la sombra de los árboles cuando camino bajo el bochorno del mediodía.

Tú, mi Sol, tan sofocante y reluciente como siempre, bailando en el cielo al son de nuestra canción. Mofándote de mi inseguridad y de que no te volveré a ver hasta mañana. Y sé que te colarás a través de los huecos de la persiana para iluminar mi soledad y hacer más visibles mis fantasmas.

Que las montañas te acogerán de la manera en la que mis brazos solían hacerlo, sumergiéndote tras ellas mientras te consumes muy lentamente hasta apagar la última llama de nuestro amor, bañando el cielo con los colores que solías pintar caricias en mi espalda. Para que luego... Nada, odiar que lo más bonito de mí ahora pertenezca a ti.

Melancólica, borracha, jodida y llena de cicatrices que todavía lucen como heridas frescas. Pero, libre.