El Caos Que Me Atormenta [CORRIGIENDO]

|•Debo mantenerte a raya•|

Serena llegó hasta el parque donde terminó sentándose en una banca para observar a algunos niños jugar después de un día de clases, la rubia simplemente miraba en silencio el panorama.

—Maldición, estoy cansada —pensó notando como un niño se cayó y comenzó a llorar hasta que su madre lo cargó en sus brazos —con todo esto de Caos me ha mantenido en vela de pronto bostezo cuando de pronto tocaron su hombro levemente a lo que volteó enseguida encontrándose con Darien —no sentí cuando te acercaste —comentó un poco sorprendida.

—¿Todo en orden, Serena? —Le preguntó Darien con preocupación notando las ligeras ojeras bajo los ojos de ella.

—Si, todo está en orden —respondió la rubia con rapidez devolviendo su mirada a los juegos de los niños —¿Qué haces por aquí? —Preguntó ella con curiosidad.

—Me reuní con Andrew al otro lado del parque, me pidió ayuda con algo que tenía que hacer —explicó el pelinegro dirigiendo la mirada hacia donde Serena veía —¿y tú que haces aquí? —Le devolvió la pregunta —creí que estarías en el templo en la reunión con las chicas, de hecho yo ya me dirigía hacia allá.

—Yo... —Musitó ella meditando un poco —pensaba no asistir, no tenía muchas ganas de ir hasta ahí —respondió agachando un poco la mirada —quería tomar aire a solas —agregó.

—¿Esta ocurriendo algo? —Preguntó él aún preocupado observando el rostro de ella —has actuado un poco extraña.

—Anda, deberías contarle —comentó con burla la voz en su cabeza provocando que Serena frunciera el ceño.

—¿Serena? —Le llamó Darien confundido al notar el gesto que ella había hecho.

—No está sucediendo nada, Darien —respondió ella levantándose de la banca de inmediato —y te agradeceré que no estés insistiendo en tratar de buscar algo que esté mal —musitó entre dientes dándose la vuelta —me iré a caminar por ahí sí no te importa, quiero estar sola —agregó alejándose de inmediato del pelinegro quién observó la figura de la chica alejarse preocupándose aún más por ella.

[...]

Serena siguió su camino por el parque llegando hasta la parte más profunda de el sin notar que ya no había personas en esa zona.

—Sólo necesito estar en paz un poco- dijo para si misma mientras se sobaba la sien —aún no se como rayos les diré lo que me pasa, no se lo que dirán ni como reaccionarán —la rubia se acercó a uno de los árboles de cerezo y tomo una flor —esto me volverá loca.

—Hay muchas probabilidades de que ocurra si no aceptas a Caos, si sigues peleando en vano —comentó una voz masculina con burla detrás de Serena quién se giró enseguida al sentir familiar su voz —vaya que es sorprendente volvernos a encontrar, princesa —agregó haciendo empalidecer a la rubia.

—Zafiro... —murmuró Serena totalmente sorprendida.

—Exactamente, señorita Moon —respondió el mencionado sonriendo.

—¿Qué es lo que quieres? —Le preguntó seriamente mientras un ligero escalofrío le recorría la espalda.

—Sólo quiero comprobar que tan cierto es lo que se me ha encomendado —Zafiro le lanzó un ataque a la rubia, Serena dio un salto hacia atrás esquivando el ataque, sacó su broche y se transformó en Eternal Sailor Moon.

—De todos te revivieron a ti, que interesante —dijo con ironía la guerrera de la luna mientras aparecía su cetro, este tomó su forma y cuando le lanzó otro ataque se cubrió con un escudo.

—Asi que tienes nuevos trucos, vaya que eres diferente de la última vez, señorita Moon —comentó con ironía.

—Era lógico que cambiará —susurró con seriedad y después le apuntó con su cetro —¡Dulce ataque de estrellas eclipsadas! —Aquel ataque derribó a Zafiro al suelo a lo que Sailor Moon sólo miro el cetro sorprendida —¿Cómo rayos...?

—Te dije que eres demasiado poderosa —intervino en sus palabras.

-¿Justo en éste momento debes molestar? —Cuestionó por lo bajo con irritación, cuando Zafiro la miro distraída le lanzó un fuerte ataque por la espalda, al sentirlo Sailor Moon se volteó de golpe, justo cuando el ataque iba a llegar a su estómago se formó un campo de fuerza alrededor de la rubia de color negro el cuál desintegró por completo el ataque, Zafiro se quedó pasmado ante eso.

—Eso no lo esperaba, señorita Moon —confesó sonriendo de lado para después desaparecer, la rubia se destransformo y observó sus manos con confusión.

—¿Yo hice eso? —Se preguntó a si misma con incredulidad.

—Así es, inconscientemente utilizaste mis energías para protegerte, te felicito lo hiciste bien —le respondió a lo que la rubia sólo optó por morderse el labio inferior mientras veía a la nada.

—No por eso me controlaras al contrario, seré yo quien te controle —dijo por lo bajo Serena con cierta determinación.

—Me gusta esa actitud, veremos quien le gana a quien querida —Serena suspiro cansada y no tuvo más que dirigirse a su casa para encerrarse en su cuarto a dormir un poco.

[...]

Habían pasado dos dias después de aquello, todos se encontraban en la mesa comiendo, Ikuko elevó su mirada a su hija quien comía en silencio en la mesa, Kenji pronto intercambio miradas con su esposa y Sammy cayó en cuenta de aquello.

—Serena, pensábamos salir a visitar a la abuela en Osaka este fin de semana —informó Ikuko a su hija —¿nos acompañarás?

—No, no tengo ánimos de ir —respondió Serena rápidamente.

—Pero cariño, hace mucho tiempo que no salimos juntos —comentó Kenji.

—Lo siento, no quiero —recalcó de nuevo la rubia.

—Serena, creemos que estás demasiado tiempo encerrada en tu habitación y deberías salir más, necesitas dejar de aislarte —dijo Ikuko pero Serena se levantó abruptamente de la silla y estampó sus manos contra la mesa.

—¡He dicho que no quiero ir! ¡¿Qué parte no entienden?! —Los tres miraron sorprendidos a la rubia quién al ver sus rostros cayó en la cuenta de lo que había hecho —yo... Yo lo siento, no debí alzar la voz —susurró desviando la mirada para después correr hacia su habitación.

[...]

Serena guardó rápidamente las cosas en su portafolios y se dirigió a la salida del aula con rapidez cuando fue interceptada en el pasillo por Mina y Lita quienes le bloquearon en paso.

—¿Pueden dejarme pasar? —Les preguntó Serena con el ceño fruncido —tengo que irme a casa.

—Serena, ha pasado una semana desde que planeamos reunirnos en el templo y tu prácticamente no fuiste porque no quisiste —dijo Lita mientras detrás de ella llegaba Amy —cada que queremos hablar contigo nos evades de alguna u otra forma.

—¿Esta sucediendo algo? No pareces tu misma para nada —comentó Mina.

—Te llamamos y no respondes, tampoco recibes los mensajes e ignoras incluso a Darien que te ha ido a buscar a tu casa y tu madre siempre le dice que estás durmiendo o haciendo algo más —agregó Amy.

—¡Busco mi propio espacio! ¡No voy a estar pegada a ustedes todo el tiempo! —Exclamó Serena con irritación —¡¿Acaso creen que todo gira entorno a ustedes?! ¡Hay cosas que quiero hacer por mí propia cuenta y no necesito estar con ustedes todo el maldito tiempo! —Gritó captando la atención de algunos compañeros que pasaban por los pasillos.

—Nosotras... Serena —susurró Amy, Serena mordió su labio y las paso de largo rápidamente alejándose de ellas dejándolas completamente confundidas.

[...]