Detrás de los secretos

Capitulo 12

Adam
Desperté radiante está mañana,  haber pasado la noche con Sara y Kelly fue algo alucinante, ya hacía mucho tiempo no sentía lo que era estar en un hogar y el cariño que te entregan otras personas.  Me hubiese gustado tener la suerte de crecer con una figura materna que te prepare dulces cuando llegas empapado a casa, o que simplemente se preocupe por ti, hubiera cambiado toda la fortuna que puedo tener por una vida con mi madre, pero no se puede y nunca podre.

Tuve que caminar desde la casa de Sara hasta donde debía estar estacionado mi auto, lo que me sirvió de hecho para aclarar mis ideas, debería hacer esto más seguido porque en realidad es bastante agradable caminar solo, bueno ese es un privilegio que puedo darme porque soy hombre, no puedo imaginar lo angustiante que debe ser para una mujer caminar sola en una ciudad tan grande. Llegue hasta donde estaba estacionado mi Nissan Skyline de último modelo claro y conduje hasta mi casa para darme una ducha y cambiar la absurda ropa que llevo puesta. Mi padre no me ha llamado desde que desperté del accidente después de que se enteró a la semana siguiente de que ya estaba consciente. Llegue a la a eso de las 12 del día y se encontraba tan vacía como siempre, busque a nana quien estaba en la cocina preparando alguna cosa deliciosa para el almuerzo. 

-Mi niño estaba algo preocupada por la tormenta, me preguntaba si mi Adam estaba bien en algún lugar ¡Niño malcriado debiste llamarme!- exclamó lanzando el mantel con el que se secaba las manos con furia sobre la mesa- ¿Acaso crees que uno no se preocupa por ti Adam? He pasado mi vida al pendiente de ti prometiendo que cuidaría de ti como si fueras mi hijo pero eso tú no lo valoras. Ya estoy vieja para estos sustos un día me dará un infarto de tanta preocupación y ya será muy tarde para pensar en todas las veces que hiciste preocupar a esta pobre vieja.

-Lo siento mucho pobre viejita, pero debe saber que yo ya estoy grande y se cuidarme solo- la abrace para que estuviera más tranquila, sé que ella intenta cubrir la falta de afecto que desde pequeño he sentido y sin ella yo estaría perdido, bueno más perdido de lo que ya estoy. Nana tiene orígenes latino, llego a Estados Unidos para trabajar con nosotros y desde entonces se quedo aquí, las oportunidades en este país son diferentes a las de casi cualquier país de lationoamerica, pero aun así no ha olvidado sus raíces y a lo largo de su vida aquí me ha enseñado a hablar español bastante fluido para ser sincero, lo cual le agradezco.

-Para mi siempre serás pequeño- alzó la vista para mirarme a los ojos y con sus manos tocó mi rostro con ambas manos- y dime dónde estuviste toda la noche.

-Conocí a alguien.

-¿A qué vas con eso Adam? Siempre conoces a "alguien" para pasar la noche -Hizo énfasis con sus dedos en "alguien" haciendo el gesto de comillas con sus manos.

-No me refiero a eso, si no que esta vez de verdad conocí a alguien especial- Solté la frase con cuidado esperando ver su reacción para que no le de un infarto como ella dijo que podría pasar.

-¡Jesús, María y José! No puedo creerlo- dijo con los ojos llorosos- yo sabía que este día tan especial llegaría, tienes un corazón tan grande Adam y te mereces el cielo mi niño, ella ha de ser la mujer más afortunada del mundo. Cuéntame de ella ¿Cómo es? ¿Como la conociste? ¿Te hace feliz?.

Preste atención a su última pregunta ¿Que si me hace feliz? Bueno, que puedo decir, en el poco tiempo que he compartido con ella me he sentido más feliz que en toda mi vida desde que mi madre fallecio.

-Nunca había sentido algo así Nana, ella es simplemente mágica, es la mujer más fuerte y luchadora que en mi vida he visto. He estado intentando ya sabes, restar valor a lo que siento por Sara pero es inútil. La imagen de su rostro se aferró a mis pensamientos con tal fuerza que no puedo dejar de pensar en ella, cada vez que estoy con otra chica solo imagino estar con Sara- baje mis hombros rendido- Ya no puedo luchar contra lo que siento.