Enjaulados

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Harry estaba dando un paseo cerca de un barrio fantasma cuando de pronto, escuchó un estruendo proveniente de la calle contigua, pensó que se trataría de una pelea callejera a de un simple borracho destrozándolo todo, pero, de pronto le abofeteó un olor que reconoció en seguida

-Louis-Se puso en guardia esperando que el mago le atacara de un momento a otro, apareció al fondo entre una nube de polvo, Louis maniatado y con una mordaza, nadie estaba con el, así que se acercó-¿Tan mal mago eres que te atrpas a ti mismo?-De pronto una sombra saltó sobre el y lo dejó inconsciente, al despertar se hallaban en una especie de sótano o habitación claustrofóbica con olor a humedad, pero, para su sorpresa, había un gran espejo, seguramente en un burdo intento de hacer que la habitación pareciera un poco más grande en el que se reflejaba la imagen de el maniatado con otra persona a la que no se le veía bién la cara.

-¡Dejadnos salir!-Gritó el

-No, no-susurró una voz en tono burlón-Eso habréis de ganroslo-volvió a decir, ahora, una tenue luz comenzó a luminar la habitación y descubrió que el sujeto maniatado junto a el era Louis, de pronto sus ataduras se deshicieron en  polvo y del espejo se abrió una puerta, Harry se puso en pié cargó a Louis a su espalda y salió por la puerta, lo que les acababa de suceder era solo el principio del fin...

Ojos embrujadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora