No te ilusiones

Mi decaída

Perdoooon por no subir capitulo en tanto tiempo, pero con el colegio y todo eso no puedo pensar en nada más...

Tuve que volver a leer toda la historia para recordar como iba.

Por cierto, ahora mi twitter es @xxkremer , siganme y las sigo!

Ayúdenme con los fav por favooor, no sean lectoras fantasma

Gracias!      

Pasaron semanas de la muerte de mi abuelo. Me gustaría decir que lo superé, que continué con mi vida como a el le hubiera gustado.

Pero no.

La verdad es que todo comenzó otra vez. Igual que con mis padres.

Me corto todos los días. Me corto las muñecas y los muslos. Es un dolor que calma mis heridas internas. Un dolor que camufla mi verdadero desastre interno. También estoy comiendo muy poco. Yo soy flaca por herencia de genes, pero en este momento, la piel se me pega a las costillas.

Comenzé a fumar, aunque nadie lo sabe. Ni siquiera mi novio, Alex.

Sí, ahora estamos saliendo.

El es una gran ayuda, la verdad. Pero no del modo que creen, no. No es como el resto. Como mi abuela, Mel, Daniela, West... que me dicen que debo parar. Que no debo cortarme. No.

Alex lo sabe pero no hace nada por impedirlo, lo que le agradezco. El sabe que independientemente de lo que me diga, voy a seguir haciéndolo, porque es la única manera de calmar mi verdadero dolor. Mi verdadero sufrimiento. Él solo trata de mantenerme ocupada con otras cosas.

Las pesadillas empeoraron. Ahora son todas las noches, sobre el accidente y un hombre encapuchado que no conozco. Y cada vez que cierro los ojos puedo seguir distinguiendo el reflejo de lo que fué el cadáver de mi abuelo.

Paso noches en vela, llorando. Odiándome a mi misma por hacerlo. Por verme débil aunque nadie me esté viendo. Porque eso es lo que todos piensan de mí. "La pobre chica que no pudo salvar a sus padres y ahora perdió su abuelo; está volviéndose cada día más loca". Odio que la gente me tenga pena. Y no lo mejoro con mi silencioso llanto. De hecho, ni siquiera quise que sepan que me corto, pero no pude esconder eso a mis amigos, que sospecharon y no pararon hasta ver las malditas marcas. También mi hermano lo vió y le contó a mi abuela, que cada día pierde un trozo más de la esperanza que le queda con que yo siga adelante.