Secretario |L. S.|

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Sus manos temblaban mientras observaba el teléfono celular encender entre ellas. Lo había guardado en el fondo de su maleta, no quería saber nada de lo que el mundo tras aquel aparato le tenía que decir. Había pasado casi un mes en que no lo ocupaba, más sin en cambio Niall había insistido para que le diera su número, estaba cansado de marcar al teléfono de la casa, y que en todas esas veces Jay contestara.

Así que ahí estaba, esperando para que el rectangular y no muy moderno aparato regresara a la vida. No quería deshacerse de él, al menos no del todo, funcionaba a la perfección, tenía contactos de amigos y algunos otros que le podrían ser útiles si regresaba a Londres. Bien podría cambiar su número, pero sería bastante estresante.

Su corazón latió con fuerza al recibir bastantes mensajes. No quería encontrarse con algo desagradable, pero tenía que al menos revisarlos. Se había ido de su departamento sin avisarle a nadie, a excepción de Elena claro está, pero sabía que Liam lo buscaría, inclusive Harry lo haría.

No se sorprendió al ver los mensajes de Liam que llenaban su bandeja de entrada. Todos pidiendo que se comunicara en cuanto los viera, que estaba preocupado; eran más de diez mensajes en los primeros días, luego la suma bajo con el paso del tiempo, pero siempre había uno nuevo cada día.

Se sintió mal por haberse ido de esa manera, por no decirle nada a Liam, que después de todo se merecía al menos una explicación, lo había ayudado, y se había convertido en un amigo muy querido.

Pago la línea vía internet para recuperar la comunicación, y sin pensarlo demasiado, porque se podía arrepentir, marcó el número de Liam, espero la cuarto timbre, pero no hubo respuesta, cuando estaba a punto de colgar Liam contesto.

-Louis- se apresuró a decir en un susurro- ¿Dónde te has metido?- suspiro aliviado

-Lo siento-sonrió- lamento haberme ido de esa manera, pero no...

-Liam te están esperando- la voz de Zayn se escuchó en el fondo de la línea.

-Gracias, en seguida voy-contesto- Louis tengo una junta importante, en cuanto me desocupe me pondré en contacto contigo, por favor atiende mi llamada.- su voz sonaba angustiada, cosa que Louis trato de pasar por alto, después habría tiempo para hablar.

-De acuerdo, espero tu llamada.-No sabía que más decir.

-Hasta entonces- la llamada termino.

Aprovecho el tiempo para ponerse en contacto con Elena, que después de que lo había dejado en Doncaster no había tenido la amabilidad de llamar. El mundo había seguido su curso, Elena estaba feliz al anunciarle que estaba embarazada, que había dejado de trabajar con los Styles y que ahora trabajaba desde casa. Se sintió alegre debido a la energía que su amiga le transmitía con sus palabras. Se despidieron después de cuarenta y cinco minutos de plática.

Era una buena tarde de diciembre, el frío se había apiadado un poco y disminuyo su intensidad. Niall había insistido esa mañana antes de salir del trabajo para que fueran a algún lugar, que celebraran porque navidad estaba cerca, pero el rubio solo buscaba una excusa para emborracharse un poco. Becca se había negado a asistir, pues tenía que cuidar de su sobrino, por lo que Niall había insistido hasta más no poder para que Louis fuera con él. Amenazándolo incluso con arrastrarlo fuera de la casa de su madre si era posible. Louis no pudo ni quería negarse ante tal capricho de su amigo. Por lo que termino aceptando.

Se apresuró a terminar los pocos deberes que le correspondían ese día, se alisto y salió de la casa no sin antes prometerle a su madre que trataría de llegar esa noche.

Tomo un taxi hasta el centro, donde vería a Niall, que aún no se decidía, si visitar nuevamente "La Cabaña" o el club "Toxic", ese donde la entrada era carísima, pero a cambio tenías barra libre de bebidas, la música era en extremo alta, pero el DJ era el mejor de la zona, cuerpos meneándose sin pudor, incluso podías encontrar a parejas haciéndolo en cualquier espacio disponible. Podría decirse que era un lugar de mala muerte, pero era todo lo contrario, no era del total agrado de Louis, pues a sus casi 25 años solo disfrutaba de la buena compañía que Niall cálidamente le ofrecía.