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Louis pudo contemplar a Harry en todo su esplendor, con la cabeza sobre la almohada de su cama, parecía casi irreal lo tranquilo y cayado que podía estar, sus rizos caían sobre su cara y su pecho subía y bajaba en movimientos lentos.

El oij-azul se puso de pie, y fue hasta el baño para darse una ducha antes de que Harry despertara.

Le encantaba el olor que permanecía en su piel después de haberlo hecho con su ahora novio. Olía a Harry, a sexo y colonia.
Lavo su cabello, para después continuar con su cuerpo, sus manos recorrieron su perfecta anatomía, esparciendo jabón por cada rincón.

-Lou- la voz adormilada de Harry sonó desde la habitación.

-Ahora voy- grito el pequeño.

Tomándose unos minutos más, termino la ducha, y envolvió su cintura con una toalla.

-Buenos días- sonrió entrando a la habitación.

-Hubiera sido un buen día si te hubiera encontrado a mi lado al despertar- Harry hizo un puchero, algo nuevo y realmente tierno que pudo presenciar Louis.

-Lo siento- se encaminó hasta donde estaba sentado el rizado, al borde de la cama.

- Bésame - ¿Por qué tenían que sonar tan malditamente sexy esas palabras provenientes de la boca de Harry?

Sin esperar más, Louis se sentó a su lado, y lo beso tiernamente, las manos de Harry recorrieron la espalda mojada del castaño y lo acerco a él.

-Tenemos que hablar- Harry corto el beso, y lo miro directo a los ojos.

-Está bien, prepararé el desayuno y hablaremos entonces ¿De acuerdo?- le acaricio la mejilla.

-Tomaré una ducha rápida.- lo volvió a besar, antes de pararse y dirigirse al baño, dándole una vista a Louis de su cuerpo bien definido y desnudo.
Ese hombre era todo un dios.

Louis vistió sus ropas casuales, ya no tenía que seguir usando el molesto traje, en cambió su puso una playera holgada en color blanco, unos jeans de mezclilla y sus cómodos Vans.

Fue hasta la cocina para preparar un poco de café y emparedados, le daba pena admitir que no tenía comida decente en su alacena y refrigerador.
Encontró un poco de yogur natural, y lo acompaño con trozos de manzana que tenían buen aspecto. Que desastre. De ahora en adelante haría mejores compras.

-¿Podrías prestarme algo de ropa? - habló Harry desde la habitación.

Louis dudo un segundo y fue hasta donde estaba el rizado, no tenía ropa grande, toda era al menos una talla más pequeña para Harry.

-Solo espero poder encontrar algo- dijo apenado. Y comenzó a buscar en su armario. -Los bóxer son elásticos tal vez te queden... Mmm que tal esta playera, y un pants deportivo...

Saco las prendas y se las paso a Harry que lo miraba divertido.

-Gracias- le sonrió cálidamente y comenzó a vestirse.

-Te espero en la cocina.

Cinco minutos más tarde Harry salió de la habitación con la ropa de Louis pegada a su cuerpo, lucia mucho mejor de lo que el castaño esperaba, la ropa que en él se veía grande y holgada en Harry lucia perfecta.

-Wow- susurro al verlo.

-Gracias- sonrió ampliamente.- que rico se ve todo.

-No seas grosero, es todo lo que tengo aquí, necesito hacer las compras...

-Podemos hacerlas más tarde Lou...- dijo tomando asiento en la silla del comedor.

-¿Qué va a pasar ahora Harry?- pregunto Louis dando un sorbo a su taza.

Secretario |L. S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora