—Parece que estás en mejor forma —mencionó Viktor después de que la exhaustiva rutina terminara.
El día había iniciado bien, habían comenzado con un calentamiento divertido.
"Expresión corporal libre" dijo Viktor y un montón de canciones sonaron aleatoriamente. Cada uno puso sus pasos, siguiendo el ritmo. Después de eso Viktor hizo su rutina, y luego Yuuri pudo seguir su práctica.
—Patinar es divertido —parafraseó Yuuri a Minami—, y contigo es mejor —explicó un poco sonrojado por su declaración.
Viktor sonrió, le gustaba ser un poco responsable de que Yuuri estuviera de ánimos, aunque en el fondo sentía que había algo más que lo tenía de buen ánimo pero, si Yuuri no lo decía, no preguntaría. No quería incomodarlo cuando parecía de tan buen humor.
La práctica terminó, igual que el día, y Yuuri caminó hasta su habitación con una extraña picazón en las manos. Eso no era físico, no tenía alergia ni le había picado un mosquito. Tenía un poco de ansiedad. Se estaba frenando de sacar otro sobre, después de todo había decidido que solo usaría a Minami cuando necesitara subir sus ánimos.
Pero la tentación era mucha, por eso le llevó las cartas a su hermana, a quien debió explicarle la situación.
Mari miró el puño de sobres azules y sonrió al darse cuenta del bien que le estaba haciendo a su hermano ese fan que él mencionaba; separó un sobre del resto, lo miró con detenimiento por ambos lados y, viendo la expectante cara de su hermano, le entregó el sobre con una sonrisa.
—Lo hiciste bien hoy —dijo la chica Katsuki—, esto es un premio.
Yuuri, como si un niño recibiendo un caramelo fuera, dejó que la alegría le iluminara el rostro. Mari pudo ver al Yuuri que recién iniciaba en el patinaje, ese que se alegraba con las felicitaciones de su hermana mayor.
"Eres el mejor, Yuuri senpai —leyó y sonrió enorme, tanto que resintió la comisura de sus labios—. Quiero poder patinar algún día a tu lado, quiero que me animes a ser mejor. Aunque verte patinar es mi mejor motivación. Eres mi meta, senpai"
El japonés no pudo evitar que el sonrojo le llenara la cara. Minami kun había hecho algo similar a una declaración. Qué bien que no lo había hecho con palabras, seguramente le habría mirado mal y habría salido corriendo sin poder decir ni una sola palabra.
Yuuri se imaginó rompiendo el corazón de alguien que le daba algo bastante hermoso y se decidió a aprender a guiñar un ojo, como Viktor.
—Poder patinar juntos —musitó sonriendo.
No se atrevía siquiera a imaginarlo, ni siquiera creía ser capaz de conocer a Minami en persona, pero quizá en el futuro, quizá cuando se terminaran las treinta cartas, que ahora tenía Mari, lo buscaría.
Yuuri sonrió de nuevo, sus pensamientos estaban algo descontrolados. Ya se imaginaba dependiente de las palabras de Minami kun. Incluso se imaginó aceptándole la confesión, que aún no había hecho, con tal de tener una frase de apoyo, de aliento, o de amor —aunque fuese platónico—, de vez en vez.
»¿Qué es esto? —se preguntó al descubrirse sonriendo e imaginando locuras—. Perdiste la cabeza, Katsuki Yuuri —dijo y volvió a sonreír mientras presionaba en su pecho esa nota firmada por ese monito maltrecho y un poco bonito.
Continúa...
ESTÁS LEYENDO
ENAMORADO DE MI FAN
FanfictionKatsuki Yuuri, siempre consciente de sus fallos, tiende a deprimirse con facilidad, y aunque a veces pareciera que no hay nada capaz de sacarlo del hoyo, siempre hay alguien que con simples letras puede devolverle los ánimos y, de a poco, robarle el...