Día 11

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La casa estaba a oscuras, a pesar de que él estaba alli dentro.

Había apagado su celular, no quería ni hablar ni ver a nadie.

La habitación estaba en silencio y en penumbras. La luz que emanaba el poste de la calle le llegaba desvaída, tornando de un color anaranjado claro los muebles a los que daba.

La ventana estaba cerrada. La puerta tambien.  Su cama en perfecto orden, al igual que el resto del cuarto.

Él estaba destruido.

La congoja venía de a momentos, condensándose en sus ojos, derramandose en forma de lágrimas.

Lágrimas que lloraban a su amigo muerto.

Lágrimas que, además, expresaban frustración, angustia, desconsuelo.

Tristeza.

Y desconcierto.

Donghae estaba muerto.

Eso era lo que Amber le había asegurado.

Pero ¿cómo? ¿Cómo era aquello posible?

No tenía lógica. No la tenía.

Se llevó ambas manos a la cara y las restregó de arriba hacia abajo, tratando de calmarse, fracasanso estrepitosamente.

Una nueva oleada de llanto se le anidaba en el pecho y salía en forma de sollozo y de lágrimas calientes, bañándole la cara sin poder evitarlo.

No podía ser cierto.

Donghae. Su único amigo.

No entendía nada. ¿Cómo podía estar muerto? ¿Cómo podía haber pasado semejante cosa y él no saberlo? ¿Porqué parecía que siempre era él último en enterarse de todo?

Se llevó una mano al pecho, sin poder contener los espasmos. Se golpeó varias veces, intentando purgar asi algo de lo que sentía en aquellos momentos.

¿Porqué? ¿Porqué todo era tan confuso? ¿Tan contradictorio? ¿Porqué él tenía que vivir aquello? ¿Acaso no podía vivir de manera normal? ¿Como una persona normal?

Se llevó una mano a las sienes.

Escuchó el sonido de la puerta de acceso, que venía muy apagado desde abajo. Bolsas. Los tacones de su madre subiendo las escaleras. Pasar por delante de su cuarto con pasos cansados. La puerta de su habitación.

Su madre no se había percatado de su estadía allí.

Cerró los ojos y trató de tranquilizarse, para poder pensar. Si es que podía.

Los abrió de golpe, al escuchar un ruido sordo, que llegaba desde su izquierda. Volteó por inercia, con cierta curiosidad. Un calor le llegó de pronto, golpeándole el rostro. Pero no veía a nadie ni nada allí.

"Despierta".

Se irguió, sobresaltado. Esa voz. La conocía. Pero ¿de dónde?

"Kyuhyun"

Donghae. Esa voz era de... ¿Donghae?

"Despierta"

-Estoy despierto. - contestó por impulso. -Donghae...

"Kyuhyun. Despierta"

-¿Dónde estas? Donghae...

"Despierta"

-Estoy despierto.

"Despierta de verdad"

Kyu no supo qué contestar.

Deseo Estocolmo [YeKyu] [+18] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora