SABIDURÍA.

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Había una vez,  en la colina donde nacen flores azules, un arbusto viejo, que ya estaba secándose. El arbusto era el anciano de la colina, ya no daba flores y nunca dio frutos, y ya estaba en sus últimos días.

Las margaritas ofuscadas un día, fueron a ver al anciano arbusto, y le pidieron que por favor dejara de tirar sus hojas secas por toda la colina. A lo que el anciano respondió diciendo que era el viento el que se encargaba de repartir sus hojas, que estas servían de alimento u hogar a algunos insectos.

Las margaritas no muy convencidas se fueron molestas. A lo que las rosas aparecieron preocupadas ya que no sabían cómo hacer para que las hormigas la dejasen en paz. El arbusto les dijo que las hormigas sirven al ecosistema de cierta forma ya que muchas veces estas también ayudan a la polinización de algunas plantas y se comen otros insectos.

Las rosas como que entendieron pero aún así se fueron preocupadas.  Luego aparecieron los lirios y las azucenas que se peleaban por que una abeja las polinizara primero. El anciano les dijo que dejarán decidir a la abeja, pues ella por instinto iría a la flor que más le gustara y que además habrían más abejas dentro de poco y si no algunas hormigas podrían ayudarlas. 

Los lirios y las azucenas se fueron aun con su pelea encendida. Y el anciano cansado término recibiendo la visita de las flores azules estas le preguntaron qué ¿porque sigue aguantando todas esas quejas de sus amigas?  Que a pesar de todo no tenían consideración con él.

El anciano le dijo que cada cosa en la tierra tiene su función, que Dios a dotado a cada persona, animal o planta son necesarias para algo, no importa si el trabajo es pequeño, es importante, para la realización de cosas más grandes. Solo hay que saber mirar más allá de nuestra nariz, en este caso pétalos y valorarnos por lo que somos en cada momento, ya que a medida que crecemos cambiamos y nuestros funciones cambian con nosotros.

Antes el arbusto daba flores y complementaba la belleza de la colina junto con las demás, pero ahora la función del arbusto es ayudar a quien lo necesite.

Tiempo después el anciano arbusto se secó y murió y las flores lo lloraron y hubo luto en toda la colina, toda planta e insecto recordó y dio honores al arbusto que con su sabiduría ayudaba a que la convivencia sea pacífica y mejor en la colina.

Fue recordado con mucho cariño el sabio arbusto.

La Colina donde nacen Flores AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora