GENEROSIDAD

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En la colina donde nacen flores azules, las mismas flores compiten entre sí.

En aquella colina no solo nacen flores azules, sino rosas, margaritas, azucenas y lirios. Todas tan hermosas y glamorosas. Y se preparaban para abrir sus retoños en primavera.

Pero para estas flores no solo era abrir sus retoños y mostrar sus mejores galas, sino competir por el mejor lugar en la colina para hacerlo.

Las flores azules y las rosas siempre obtenían el mejor lugar, le seguían los lirios y las margaritas y las azucenas estaban en el último lugar y no se podían lucir.

Para esa primavera las azucenas se llenaron de valor y decidieron hablar con las rosas y las flores azules, con el argumento de que el mejor lugar nunca les toca y que ellas eran muy parecidas a las flores azules y que podrían compartir las tres el lugar.

A las rosas les dio igual, pero las flores azules dijeron que no. Porque ellas eran más bonitas que las azucenas y que era una falta de respeto igualarse a ellas.

Esto enojo mucho a las azucenas que dolidas atrajeron a hormigas y otros insectos que prácticamente devoraban las hojas de las rosas y las flores azules arruinándolas por completo.

No cansadas con el daño, atrajeron a varios cardos y malas hierbas que prácticamente ocuparon el mejor lugar desplazando a las rosas y flores azules.

Las rosas culparon a las flores azules y con justa razón, pero no les dijeron nada, ya que ellas mismas se sentían culpables a no ser más generosas con las azucenas y no haber ido en contra de las flores azules. Aun así compartieron con ellas la desgracia  ya que el lugar era de ambas y junta podían pensar un mejor plan para desplazar a los cardos, malas hierbas, hormigas e insectos.

Pero daba el caso de que las flores azules, al pasar por todo esto se dieron cuenta de lo injustas que fueron con las azucenas, ellas solo querían compartir el lugar. Las tres y  ellas, las flores azules, las trataron tan mal, las humillaron a las pobres azucenas.

Entendían su dolor, por primera vez se dieron cuenta de lo que su egoísmo y falta de generosidad podían causar.
Fueron y se disculparon ante las azucenas. Las azucenas igualmente arrepentidas de haber tomado venganza se arrepintieron y las rosas igual se disculparon.

Ahora que las tres habían limado asperezas, planearon juntas un plan para librarse de la plaga. Obteniendo un total éxito. Junto también con el arreglo de sus galas.

Y durante toda esa primavera las rosas, las azucenas y las ahora generosas flores azules compartieron el mejor lugar de la colina, viéndose hermosas y luciendo sus mejores galas.

La Colina donde nacen Flores AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora