Suspiros

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Apolo, dios del sol y la medicina , desde su templo de blancas columnas en el Olimpo , vio como la menor de las musas , había salido corriendo por el jardín central del Olimpo hacia su residencia.

En el santuario de las musas, la menor de ellas entro a esta, por fuera era como otros paredes blancas con columnas griegas a cada tanto, pero por dentro era un santuario de dos pisos y en todo este había réplicas, de pinturas, artefactos etc. Que habían creado personas a las cuales ellas había inspirado.

Clio recibió a su pequeña hermana en el recibidor de su residencia.

-se puede saber ¿ en donde estabas?-dice clio,. Ella al ser la musa mayor siempre actuaba como madre y jefa.
-estaba afuera pensando- dice la joven.
Clio es alta morena, al ser guardiana de la historia, está vestida con un vestido de lino estilo egipcio.
- sabes las reglas -dice clio- cuando la fogata se apaga todas debemos regresar.
La joven musa agacha la cabeza y se dirige a sus aposentos.

Cada musa tiene su habitación y en cada uno la decoración es acordé a lo que cada musa inspira en el nombre.

Pero nuestra joven musa , al no haber inspirado aún al hombre su habitación está vacía, amueblada solo con una cama. En la puerta de su alcoba se ve una placa sin grsbar.

El nombre de cada musa es recibido tras su primera visita al mundo humano , por lo que nuestra pequeña musa aún no tiene nombre , ella acaricia la placa y susurra para ella, *algún día* , entra a su cuarto y se duerme sobre la cama.

La Onceava MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora