A la mañana siguente Apolo ordeno que le trajeran a Rho, este encargo fue cumplido por los sacerdotes de Apolo en el Olimpo. El salón de estar de Apolo, era una magnífica bóveda de cúpula de cristal rojo y ámbar, en las paredes se veían nichos con instrumental medico, y antorchas él había tenido en ese salón el fuego ignio el cual había sido robado en el pasado, pero ahora lo mantenía en la torre de su templo vijilado por un androide de efesto.
Rho- Apolo , dijo desde su trono- debo de recordarte las reglas de las idas a tierra?.
Rho no contesto estaba meditando
Lo siento- dijo finalmente- solo que me distraje eso fue todo .
- eso no es escusa, por tu culpa las musas están en juicio, ante némesis y Ares, sabes porque tú no estás ahí?.
Rho, se preocupó y miró los azulejos del piso, no sabía que las musas estaban siendo juzgados.No señor , no lo se- dijo apenada Rho.
Apolo, un poco cansados contesto, -aahh, es tu culpa, pero ellos serían muy duros contigo, debo contarte algo.
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La Onceava Musa
Fantasyla verdadera historia de las musas, y la razón de porque solo son 9. La imagen de portada es propiedad de su respectivo dueño