Divorcio, tribunales, la prensa, las revistas de chismes, una pequeña depresión que Tsuna de aluna forma lograba aliviar. Discusiones con sus hijos, las mismas que terminaban cuando los que llevaban su sangre entendían todo. Soledad en su habitación, abogados, bebida y finalmente la paz. Sin darse cuenta, ya llevaba meses enfrentando esos problemas. Superarlo todo era demasiado doloroso, pero al final ya podía volver a la normalidad y empezó a ver a su alrededor. Se podía decir que su libertad llegó. Se dio cuenta de todo eso cuando resonó cierta melodía
Feliz cumpleaños a ti. Feliz cumpleaños a ti~... muchas felicidades~... muchos años de vida~
Giotto escuchó partes de aquella tonada, mientras observaba la torta en su escritorio con unas cuantas velas. Observaba a sus empleados aplaudiendo mientras sonreían, Tsuna junto a los demás, las serpentinas flotar en el aire. Giotto les agradeció ese pequeño detalle, había olvidado su cumpleaños, pero se emocionó al verlos allí, pues ese era su nuevo comienzo. "borra el dolor de mi pecho" fue el deseo que pidió antes de apagar esas pequeñas llamas. Sonreía al repartir el pastel, veía a Tsuna a lo lejos, pues sospechaba que fue el castaño quien organizó todo. Estaba en lo cierto y se lo agradeció, en verdad la dulzura de ese muchacho era... agradable
Mira...
Desde ese día el rubio observó todo, pues fue como si abriera las cortinas en una nueva mañana. Ahora podía respirar libremente, era un año más viejo, pero a la vez, un año más sabio. En solitario se reía bajito por sus pensamientos, ahora si tenía ganas de continuar, aunque... ahora también se fijaba en pequeños detalles que antes pasó por alto. Como el hecho de que su secretario se llevaba bien con todo el mundo, incluyendo al portero gruñón que trabajaba en la noche. Lo vio por casualidad uno de esos días, Tsuna sonreía mientras platicaba y así lograba que ese hombre riera también, era interesante. Las secretarias se sonrojaban al ver la sonrisa de Tsuna en la mañana cuando las saludaba, los compañeros de trabajo lo invitaban a salir en grupo, pero Tsuna se excusaba con motivos de terminar algún trabajo pendiente
Un hombre, que tal vez tenía la misma edad de su secretario, solía esperar al castaño ciertos días para platicar mientras se retiraban a sus casas y más importante... ¿desde cuándo se fijaba en tantas cosas referentes a Tsuna? Giotto lo meditó un poco, pero no lo supo. Tal vez estaba tan sumido en sus problemas que pasó por alto algún detalle o tal vez convirtió al castaño como en una base para lograr dejar atrás recuerdos dolorosos. Entonces... ¿por qué ahora espiaba con sutileza cuando Tsuna dejaba la oficina o lo seguía con la mirada tratando de averiguar algo de aquel jovencito de cabellera platinada que caminaba junto a Tsuna?
—¿Giotto-san, podría dejarme salir más temprano hoy? – Tsuna hacía la petición tras entregar todos los documentos respectivos a su día laboral
—... — "¿tienes una cita?" quiso decirle, pero se detuvo justo a tiempo – por supuesto. Puedes irte sin problemas
—muchas gracias. Lo veré mañana entonces – esa sonrisa llena de emoción era linda, ¡pero en qué estaba pensando! – no se le olvide que mañana tiene una reunión a primera hora y el viaje se realiza en dos días. Debe alistar todo, Giotto-san
—lo tengo anotado – sonrió el mayor, antes de ver al castaño desaparecer. Giotto se había dado cuenta que, sin esas sonrisas, la oficina se volvía solitaria
Giotto salió por allí tras terminar el informe que le faltaba para la reunión del día siguiente, caminó hasta su auto, suspiró y sin saber por qué, condujo hasta la zona de restaurantes y bares... ¡claro que era mentira! Escuchó a alguna de las empleadas mencionar algo sobre una fiesta y sin siquiera pensarlo fue allí, pero al estar caminando por la zona se dio cuenta que era ya muy tarde, peor aún, que ni siquiera supo por qué quiso ir a averiguar si Tsuna estaba en esa dichosa fiesta. «Giotto-san, es una coincidencia encontrarlo aquí» esa voz lo sacó de sus meditaciones encontrándose de frente con un pequeño grupo, en el cual, aquel peliplata estaba junto a Tsuna
Platicaron unos momentos, presentándose e intercambiando contactos. El mayor solo dio excusa de estar aburrido y pasear sin rumbo fijo, mientras el grupo, ya un poco pasado de copas, se refería a un festejo debido al cumpleaños del peliplata llamado Gokudera. Fue un momento extraño, pues ni bien platicaron un poco cada uno tomó destinos diferentes. El de cabellos platas también se fue con prisa al recibir una llamada, fue extraño...
—es raro que me reúna con mis amigos, pero se los prometí — jefe y empleado platicaron un rato mientras viajaban en auto. Claro que Giotto no iba a dejar que Tsuna fuera solo a casa y en metro.
—... — Unas simples palabras eran buenas para el alma — Tsuna-kun, viaja conmigo — el mayor de ellos solo soltó aquellas palabras sin pensarlo mucho. Fue apresurado, pero... sentía que quería compartir un poco con el castaño
—eso es repentino Giotto-san... pero está bien. Le ayudaré en lo que necesite
Giotto se sintió como un adolescente de nuevo. Meditándolo un poco, sólo eran celos, pues no le gustaba lo que Tsuna podía sentir por el tal Gokudera. Invitó a su secretario a viajar porque quería verlo más, estaba siendo egoísta e irrazonable, pero solo por esa vez quería arriesgarse. Era hora de aceptarlo, Tsuna le atraía desde hace mucho, incluso antes de su divorcio. Verlo lo relajaba, esa sonrisa o una pequeña mirada bastaba para que su humor mejorara de inmediato
Muchas veces se le pasó por la mente la loca idea de tener una aventura con el castaño, claro que desechó esas locuras por la lealtad a su matrimonio, pero ahora... ya superó todo. Era libre, pero tampoco iba a abusar de los sentimientos del más joven. Giotto necesitaba saber si era algo serio lo que le ocurría y el viaje era la mejor escusa. «a mi edad y preocupado por estas cosas» susurró para sí mismo. En verdad estaba ansioso y hasta un poco nervioso
Continuará...
Notas finales:
7u7 quisiera ver sus rostros ahora, pues fue un capi chiquito, previus a lo que pasará... ya solo faltan tres capis más mis... nos estaremos viendo babys
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Lágrimas de pureza
FanfictionCuidaré tu sonrisa, cuidaré tu felicidad. A pesar de todo, mi mayor deseo eres tú. No me alejaré, afrontaré los problemas, te amaré. Incluso si pasan años este sentimiento no desaparecerá. No te obligo a nada, pero tampoco estoy dispuesto a renunciar