The Night We Met [Jeff Atkins - 13 Reasons Why]

Capítulo 5: Nada mal

Narra Giselle

En cuanto entré en la cafetería me crucé con las miradas de Alex, Jessica y Hannah.

–Siento llegar tarde chicos –me disculpé –. No ha sido un buen día.

Me senté, encontrándome con mi chocolate caliente (aunque no demasiado por el tiempo que había tardado) frente a mí.

–Gracias –dije.

–¿Quieres hablar sobre ello? –preguntó Hannah.

Me encogí de hombros.

–Es solo que... –suspiré –, mis padres están un poco mal últimamente, ¿sabéis? No se paran de echar cosas en cara y todo eso.

–Que mierda* –dijo Alex. Todos asentimos.

–Yo odio a Justin –soltó Hannah de la nada.

–Deja de pensar en él, es un idiota –refunfuñó Alex.

–Sí, que le den –asintió Jess, poniendo su mano encima de la de Hannah.

Yo me quedé callada. Ellos nunca me habían dicho nada de lo de Justin, solo lo sabía por lo que Bryce me había contado a la salida.

–¿Sabes de lo que estoy hablando, Giselle? –preguntó Hannah. La miré a los ojos y suspiré, a lo que ella bajó la cabeza.

–El idiota de Bryce se me ha acercado hoy cuando han acabado las clases. Me ha enseñado una foto y me ha dicho el rumor que corre por ahí –expliqué –. Mira, no sé si es verdad; pero si lo es, da igual. No está mal hacer lo que quieras con tu cuerpo. Son unos sexistas de mierda.

–Exacto –asintieron Jessica y Alex.

–De todas formas quiero que sepas que no es verdad –dijo –. Nosotros solo nos besamos.

–Te creo –asentí, apretando su hombro levemente con mi mano.

–Por cierto, Alex –dijo Jessica –, ¿qué demonios es esa cosa que te has pedido?

–Me estoy familiarizando con el menú –se encogió de hombros –. Es lo que me toca pedir hoy.

–Sí que eres raro –susurró Jessica.

–No soy raro, soy un buscador –se defendió él.

–Decir que eres un buscador ya es raro –atacó ella de vuelta.

Hannah y yo nos miramos incómodas y Alex carraspeó.

–Algo te pasa hoy –dijo, mirando su bebida. Jessica suspiró.

–Han movilizado a mi padre hoy –explicó, mirando hacia abajo –. Estará en Oriente Medio, y no nos puede decir donde.

–Dios, lo siento mucho, Jess –dijo Hannah, poniendo su mano sobre la de ella.

–Apesta –Alex puso su mano encima de la de ellas.

–Que mierda, para siempre –repetí la acción.

Sonreímos, intentado brindarnos el apoyo que necesitábamos.

–Bueno, chicos, ¿os han dado los resultados de la prueba esa de orientación profesional? –dije, apoyando mi espalda en el respaldo de la silla –. A mí sí, y me ha salido de primera opción música, y de segunda algo relacionado con la salud.

Ellos rieron.

–No me pondría en tus manos para que me curaras –dijo Alex –. Lo siento, Giselle.

–¡Oye! –reímos.

Eso. Eso era una buena amistad.